Cuatro soldados franceses de la OTAN murieron el sábado en Afganistán durante un ataque insurgente en Kapisa, una provincia bajo control francés, en las primeras bajas francesas en suelo afgano desde la elección de François Hollande, quien hará una declaración sobre el tema.

La presidencia francesa confirmó las muertes el sábado en la mañana, añadiendo que otros cinco soldados habían resultado heridos, tres de ellos de gravedad.

El presidente Hollande tenía previsto hacer este sábado una “declaración solemne” sobre Afganistán, informó la presidencia poco después de confirmar la muerte de los soldados.

De acuerdo con un portavoz de la policía de Kapisa, Ahmad Ahmadzai, el ataque se produjo “contra un convoy de tropas francesas” en el distrito de Nijrab.

Según Ahmadzai, los muertos habrían sido seis y no cuatro. Los talibanes, a través de su portavoz Zabiulá Muyahid, afirmaron que las víctimas francesas ascendían a 12.

Un “fedayin” (combatiente suicida) se hizo estallar cerca de “una patrulla francesa” a pie, provocando la muerte de “12 franceses” y de “cuatro policías afganos”, informó Muyahid en un mensaje enviado a la AFP.

Como de costumbre, la Fuerza Internacional de la OTAN en Afganistán (ISAF) se limitó a comentar la muerte de “cuatro soldados internacionales” en el este del país, sin precisar la nacionalidad de las víctimas.

El hombre “estaba disfrazado de mujer, con una burqa” y se “aproximó de las tropas francesas que patrullaban una aldea del distrito de Nijrab” y accionó los explosivos, dijo Sediq Sediqqi, el portavoz del ministerio del Interior, quien precisó que “tres civiles afganos fueron heridos”.

Los talibanes ya han mostrado tendencia a exagerar las bajas que provocan a las fuerzas extranjeras.

Se trata de las primeras víctimas francesas desde el 20 de enero, cuando un hombre con uniforme militar afgano abrió fuego contra sus instructores franceses mientras se hacían gimnasia, sin posibilidad de defenderse. Cinco soldados franceses murieron y 15 resultaron heridos.

En total, 87 soldados franceses ya murieron en Afganistán, 9 de ellos en lo que va del año.

Aproximadamente unos 3.550 militares franceses se encuentran aún en Kabul y Kapisa, aunque el presidente Hollande ya adelantó que el país retiraría a todas sus “tropas combatientes” de Afganistán (unos 2.000 hombres) hacia el fin de 2012.

Eso significa retirar a los militares franceses dos años antes de la fecha prevista para la salida de todas las tropas de la ISAF.

La retirada de las tropas francesas representa un problema evidente para toda la región de Kapisa, una zona donde se mantienen activos traficantes de drogas y grupos talibanes.

Oficialmente, el gobierno afgano afirma estar listo para tomar el relevo, mientras que el general estadounidense John Allen, comandante de la ISAF, estima que “no habrá degradación de la seguridad” en Kapisa con la salida de tropas francesas.

La Fuerza Internacional, compuesta fundamentalmente por soldados estadounidenses, llegó a Afganistán en 2001 para capturar vivo o muerto a Osama bin Laden y perseguir a los talibanes, a los cuales desalojaron del poder.

Pero a pesar de la presencia de unos 130.000 militares extranjeros, apoyados por unos 340.000 soldados y policías afganos, la insurgencia de los talibanes está todavía muy lejos de ser derrotada.