El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, viaja a Estados Unidos para entrevistarse con el presidente Barack Obama y hablar con grupos de presión pro israelíes en momentos en que es presionado para que no ataque a Irán sin acuerdo previo de Washington.

“Existe un gran desacuerdo entre el gobierno estadounidense y el gobierno israelí sobre la línea roja que Irán no debe franquear en su programa nuclear. Eso constituye una fuente importante de tensiones”, declaró a la AFP Jonathan Rynhold, un experto en Ciencias Políticas de la Universidad Bar Ilan de Tel Aviv.

“Irán continúa avanzando rápidamente y con arrogancia en su programa nuclear, despreciando totalmente las decisiones de la comunidad internacional”, advirtió esta semana Netanyahu, precisando que se trataría del “tema principal” de sus conversaciones con Obama.

Netanyahu será recibido la semana próxima en la Casa Blanca mientras numerosos dirigentes internacionales señalan su preocupación respecto a ataques preventivos israelíes contra las instalaciones nucleares iraníes.

Los países amigos de Israel “aumentarán las presiones para que Netanyahu se abstenga de ordenar un ataque contra Irán para que las sanciones internacionales contra el régimen de Teherán puedan ser eficaces”, destacó Rynhold.

“Yo creo que de todas formas, Israel no hará nada en los tres próximos meses porque el presidente Obama tiene intenciones de sostener enérgicamente que hay que dar tiempo a la opción de las sanciones. A corto plazo, ese punto de vista prevalecerá”, pronosticó.

La semana pasada, el asesor norteamericano para la Seguridad Nacional Tom Donilon, y el Director de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper, apoyaron esa opinión durante una visita a Jerusalén. El director de la Inteligencia Nacional supervisa a las 16 agencias que integran la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, incluyendo a la CIA y a la Agencia de Seguridad Nacional.

En una entrevista otorgada al canal de televisión CNN, el jefe del estado mayor norteamericano, el general Martin Dempsey, consideró que sería “prematuro” atacar las instalaciones nucleares de Irán.

Francia y Gran Bretaña manifestaron la misma opinión.

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, viajó el lunes a Washington para una visita de dos días durante la cual debía entrevistarse con el vicepresidente Joe Biden, el secretario de Defensa Leon Panetta y Donilon, así como con senadores y responsables norteamericanos de los servicios secretos y de seguridad.

Según el diario Haaretz, “para los norteamericanos, Barak ejerce sobre Netanyahu una influencia que lo orienta hacia un enfoque duro de la cuestión iraní”.

Netanyahu hablará el domingo en Washington ante el AIPAC (American Israel Public Affairs Committee, Comité de Asuntos Públicos de Estados Unidos e Israel), el principal grupo de presión pro israelí en ese país.

Su visita será la primera a Estados Unidos desde septiembre, cuando se reunió con Obama –con el cual tiene relaciones tensas– al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

El jefe del gobierno israelí se reunirá antes en Canadá con su homólogo canadiense Stephen Harper, un ferviente simpatizante de Israel.

El Estado hebreo es considerado como la única potencia nuclear en Medio Oriente, pero mantiene las dudas en esa cuestión.

En 1981, la aviación israelí bombardeó la central de Osirak, cerca de Bagdad, una operación que en esa época fue enérgicamente criticada por Estados Unidos.

Netanyahu recuerda regularmente que se reserva “todas las opciones” para hacer frente a la amenaza del programa nuclear iraní.

“Los dirigentes del Estado de Israel no sólo garantizan la seguridad del Estado de Israel y de sus ciudadanos, sino también los fundamentos de la existencia del país”, afirmó el lunes pasado.