La polilla de la manzana, que tantos dolores de cabeza da a los productores de frutas, podría tener sus días contados en los huertos comerciales gracias a una investigación que se desarrolla en el Laboratorio de Sanidad Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca.

El estudio de la polilla de la manzana, que está presente también en perales y nogales, se inició hace alrededor de diez años en esta casa de estudios. La investigación actual, dirigida por el entomólogo Eduardo Fuentes, responde a un proyecto Fondecyt que incluye un estudio de campo para establecer la capacidad de la polilla de dispersarse a través del vuelo.

“Ésta es la principal zona productora de manzanas del país y la polilla es también la plaga principal que las afecta, por lo tanto es la principal causa de pérdida. Por eso nos concentramos en estudiarla”, manifestó Eduardo Fuentes, al comentar la importancia de investigar ese tema.

Explicó que, para enfrentar el problema, los productores están obligados a hacer inversiones permanentes en aplicación de insecticidas, puesto que de lo contrario tendrían que eliminar toda la producción. “Es una plaga complicada de manejar y controlarla implica gasto Además, el uso de insecticidas representa un problema para el medio ambiente y para la salud de los trabajadores”, afirmó.

Otra de las complejidades, según explicó, radica en que se trata de una plaga cuarentenaria que no está presente en todos los países a los que Chile exporta manzanas, por lo tanto se corre el riesgo del cierre de esos mercados, como ocurrió algunos años atrás con Taiwán y Panamá, luego que se detectaron larvas vivas en la fruta.