El primer ministro del Gobierno tibetano en el exilio, exhortó este miércoles a la comunidad internacional a “intervenir” para acabar con la violencia entre manifestantes y policía china que ha causado varios muertos esta semana en una región tibetana del sur de China.

La comunidad internacional no puede “permanecer pasiva” y es “hora de que intervenga para impedir un nuevo baño de sangre”, declaró en un comunicado Lobsang Sangay, jefe del Gobierno tibetano en el exilio basado en Dharamsala, norte de la India.