La presidenta argentina Cristina Fernández fue operada “sin ningún inconveniente ni complicación” de cáncer de tiroides en un hospital privado de la ciudad de Pilar, según anunció el vocero de la presidencia, Alfredo Scoccimarro.

“La operación de la Presidenta se realizó sin ningún inconveniente ni complicación”, dijo Scoccimarro al leer un comunicado en la puerta del hospital Austral, donde estaban concentrados cientos de seguidores de Kirchner.

La presidenta, de 58 años, llegó junto a sus hijos Máximo y Florencia a bordo de un helicóptero en la mañana del miércoles al hospital privado Austral (50 km al norte de Buenos Aires).

La intervención duró “tres horas y media”, añadió el portavoz presidencial.

Kirchner, de 58 años, permanecerá internada durante 72 horas y su convalecencia se extenderá por 20 días, hasta el 24 de enero, lapso durante el cual el vicepresidente Amado Boudou tiene a su cargo el Poder Ejecutivo.

El cáncer de tiroides le fue detectado a la mandataria durante un examen de rutina el 22 de diciembre, 12 días después de asumir su segundo mandato, que se prolongará hasta 2015.

Los especialistas manifestaron optimismo por el resultado de la operación, teniendo en cuenta que el tumor no ha comprometido los glanglios linfáticos y no se han observado metástasis, tal como se informó oficialmente.

“Las perspectivas son excelentes y uno no esperaría ningún tipo de evolución posterior del tumor tras la operación”, dijo el oncólogo Mario Bruno, quien sostuvo que Fernández podrá “hacer una vida normal” tras la cirugía.

Según el experto, miembro de la Asociación Argentina de Cancerología, la “cirugía permitiría la solución definitiva del problema”.

Cientos de jóvenes amanecieron este miércoles frente al moderno Hospital Austral para dar su apoyo a Fernández en una vigilia que en muchos casos se extiende desde hace dos días.

“Fuerza Cristina”, dicen algunos de los pasacalles y carteles colocados en las rejas que circundan el predio del hospital, junto a banderas argentinas y pancartas con los rostros de la jefa de Estado y de su antecesor y fallecido esposo Néstor Kirchner.

En una amplia zona en torno al hospital se desplegó un fuerte operativo de seguridad con fuerzas de la Gendarmería Nacional (policía militarizada), policías Federal y Bonaerense y miembros de la Custodia Presidencial.

Fernández descansó el martes en la residencia oficial de Olivos, donde había regresado el lunes después de haber recibido el año nuevo junto a sus hijos, Máximo (32 años) y Florencia (24), y otros familiares en su residencia de la ciudad patagónica de El Calafate, donde falleció su esposo el 27 de octubre de 2010.

Luego de conocerse la enfermedad de la mandataria, sus pares de América latina manifestaron su deseo de una pronta recuperación.