En Valparaíso se llevó a cabo el segundo encuentro de la disidencia de Renovación Nacional.

Los dardos apuntaron a la directiva del partido a quien acusaron de no tener sintonía con el Gobierno ni con la ciudadanía.

Discutir como ha afectado el respaldo al Gobierno de Sebastián Piñera el que Renovación Nacional se aleje de los principios fundacionales que impulsaron su nacimiento como partido, fue uno de los principales ejes de este encuentro de disidentes que reunió también a parlamentarios y funcionarios de Gobierno.

Las críticas apuntaron a la mesa del partido encabezada por Carlos Larraín. Daniel Platosky, uno de los férreos oponentes de timonel de RN, catalogó como crisis la actual situación del partido y acusó a la directiva de no tener sintonía con la sociedad ni con el Gobierno.

Cristián Barra, asesor del Ministerio del Interior, fue más enfático en destacar que el partido debe recuperar la lealtad y la amistad.

En tanto, el diputado Joaquín Godoy hizo un llamado a la directiva de su partido a abrir las puertas al diálogo.

Mientras que la senadora Lily Pérez sostuvo que el partido siempre ha tenido un alma conservadora y una liberal que no deben aplastarse una con la otra.

Frente a las críticas por la participación de funcionarios de Gobierno en este segundo encuentro, principalmente la presencia del subsecretario del Interior Rodrigo Ubilla, el diputado Pedro Brawne defendió la asistencia destacando que el venía en su calidad de militante.

Finalmente, el subsecretario del Interior, afirmó que el participó como militante de Renovación Nacional y aprovechó de defender el trabajo del Ministerio del Interior.