El ex presidente uruguayo Tabaré Vázquez (2005-2010) reveló que el conflicto diplomático entre Uruguay y Argentina en 2006, a raíz de la instalación de una planta de celulosa sobre la vera uruguaya de un río compartido, le hizo temer un desenlace bélico entre ambos países.

El entonces mandatario, el primer presidente de izquierda en la historia del país, relató en la noche del martes que se contactó con el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para solicitarle apoyo.

Las declaraciones de Vázquez fueron realizadas en un colegio de la capital ante una veintena de ex alumnos y difundidas este miércoles por el diario El Observador.

Los comentarios fueron realizados luego que uno de los presentes lo consultó sobre la relación que entabló durante su gobierno con George W. Bush.

“Yo fui a visitar al presidente Bush, quien tuvo la amabilidad y gentileza de recibirme. Me recibió en la Casa Blanca. Era un momento muy particular de las relaciones entre Uruguay y Argentina por el tema de los bloqueos de los puentes. Fui por razones comerciales, para estrechar los lazos comerciales de ese país y el nuestro. Pero también Uruguay necesitaba un respaldo, como dice Martín Fierro: ‘todo gaucho necesita un palenque’”, indicó Vázquez.

“Teníamos un conflicto muy serio con Argentina”, recordó. “Y un presidente tiene la obligación de plantearse todos los escenarios posibles que se le puedan presentar ante un determinado problema. (…) Y yo me planteé todos los escenarios, desde que no pasara nada y al otro día nos levantáramos y estuviera solucionado el problema, hasta que hubiera un conflicto bélico”.

Recordó además que se reunió con los tres comandantes en Jefe de las fuerzas armadas. “Y me dijeron: ‘podemos hacer una lucha de guerrilla. El Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea me dijo: ‘tenemos cinco aviones y combustible para 24 horas; si salen nuestros cinco aviones no vuelve ninguno’”, indicó Vázquez, generando la risa de los presentes.

El ex mandatario precisó: “Estábamos en un estado de indefensión”.

La planta de la finlandesa UPM (ex Botnia) comenzó a construirse en 2005 en la costa oriental del limítrofe río Uruguay, desatando un largo conflicto entre Uruguay y Argentina, que la rechazaba por presunta contaminación y violación de un tratado bilateral.

El diferendo provocó el corte -durante casi cuatro años- de un puente fronterizo y se zanjó el año pasado en la Corte Internacional de Justicia de la Haya. Tras la sentencia, los dos países firmaron un acuerdo para realizar un monitoreo ambiental conjunto del río compartido y se comprometieron a trabajar juntos para fortalecer la relación entre los dos países.