El presidente estadounidense, Barack Obama, acusó este martes a sus adversarios republicanos de defender las deducciones fiscales a los más ricos en detrimento del plan de estímulo que quiere que apruebe el Congreso.

Dirigiéndose a sus partidarios cerca de Dallas (sur), Obama atacó directamente al jefe de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, quien había considerado “muerto” el plan para el empleo anunciado por el presidente.

“Ni siquiera quiere someterlo a votación”, se quejó Obama, según extractos del discurso difundidos anticipadamente. “Me gustaría que el señor Cantor viniera aquí, a Dallas, y explicara cuáles son los aspectos de este plan para el empleo en los que no cree”, dijo Obama.

“¿No cree en la reconstrucción de los caminos y los puentes de Estados Unidos? ¿No cree en los recortes de impuestos para las pequeñas empresas, o en los esfuerzos para ayudar a los veteranos?”, se preguntó.

“Venga, pues, a decirle a los pequeños empresarios y a los trabajadores de esta región por qué prefiere defender los recortes de impuestos para los millonarios antes que los recortes de impuestos para la clase media”, aseveró el presidente.

Obama exigió el lunes al Congreso que vote su plan de empleo de 447.000 millones de dólares antes de fin de mes. Cantor se dijo dispuesto a aceptar algunas disposiciones, pero no las que prevén aumentar los impuestos a los más ricos.

En el Senado, de mayoría demócrata, Obama tampoco está seguro de que su plan sea aprobado.

El presidente reconoció el lunes que no era favorito para la elección presidencial de 2012. Según un nuevo sondeo de The Washington Post/ABC News, el índice de aprobación del mandatario cayó a un 42% y el de desaprobación subió a 54%, un nuevo récord.

Sólo 37% de los encuestados dijo que esperaba que Obama logre la reelección, un porcentaje que los analistas consideran preocupante, ya que las expectativas pueden hundir el entusiasmo por un candidato.