Francia, España y Portugal pidieron este viernes a la Comisión Europea que no renegocie los acuerdos de pesca vigentes que permiten a sus flotas pesqueras faenar en aguas de otros países, sobre todo de África, a cambio de compensaciones financieras.

Durante una reunión ministerial celebrada este viernes en Bruselas con los representantes de los países firmantes de los acuerdos de pesca con la UE, la comisaria europea de Pesca, Maria Damanaki, se mostró favorable a negociar una “nueva generación de acuerdos” para hacerlos más respetuosos con los recursos marinos y las necesidades de las poblaciones locales.

Francia, España y Portugal manifestaron en una carta conjunta que es “esencial mantener estos acuerdos de pesca existentes” e incluso ver la factibilidad de “ampliar las posibilidades de pesca” actuales.

La carta pide que los eventuales futuros acuerdos “preserven el futuro de la flota europea y tengan en cuenta los intereses de ésta”.

Estos tres países son los principales beneficiarios de estos acuerdos, que permiten que países como Marruecos o Mauritania autoricen a pescar en sus aguas a sus flotas pesqueras a cambio de compensaciones financieras o de ayuda al desarrollo.

En realidad, son las flotas industriales las que se aprovechan, lo que lleva a las ONG medioambientales a criticar a Europa por esquilmar los recursos de los países pobres.

Según dichos países, estos acuerdos constituyen una garantía “para la preservación de la sostenibilidad de los recursos marinos” y han contribuido “en numerosos casos a (crear) la base de un desarrollo económico y social de los países donde operan”.

Los tres países temen que Damanaki ceda a las presiones de las ONG y reabra estos acuerdos al menos parcialmente, alerta un diplomático europeo que pidió el anonimato.

Ante los representantes de 17 países de África, Océano Índico, Océano Pacífico y Groenlandia en la reunión de Bruselas, la comisaria se pronunció a favor de que “se aplique la regla de oro de una pesca sostenible en todos los lugares y en todas las circunstancias”.

“Los acuerdos deben mantenerse, pero deben desarollarse y mejorarse” para “responder a los desafíos medioambientales”, dijo.