Los investigadores rusos estimaban el martes que el atentado que causó 35 muertos en el aeropuerto de Moscú-Domodedovo el lunes fue cometido probablemente por una mujer kamikaze acompañada de un cómplice, y señalan que el modo de operar es el “habitual” de los rebeldes del norte del Cáucaso.

Aeropuerto de Moscú

Aeropuerto de Moscú

“La explosión tuvo lugar en el momento en que la presunta terrorista abrió su bolso. La terrorista estaba acompañado por un hombre que se encontraba a su lado y fue decapitado por la explosión”, declaró una fuente policial citada por la agencia oficial rusa Ria Novosti.

La bomba pudo estallar de manera prematura cuando los autores del atentado se disponían a dejarla en la sala del aeropuerto, pero también pudo se “activada a distancia”, estimó la fuente.

“El atentado fue cometido según la técnica habitual que utilizan los oriundos del Cáucaso del Norte”, sostuvo la fuente policial.

Otras fuentes evocan asismismo la pista del norte del Cáucaso, región del sur de Rusia en la que se extendió una rebelión armada de inspiración islámica consecutiva a las dos guerras llevadas a cabo por las fuerzas armadas rusas desde 1994 en Chechenia.

Otra fuente policial afirmó el lunes que la cabeza de un presunto autor del atentado, la de “un hombre de tipo árabe de 30 ó 35 años de edad”, fue encontrada en el lugar de la explosión.

Las autoridades rusas acusan regularmente a mercenarios árabes de apoyar la rebelión en el Cáucaso ruso.

Por su parte, el presidente ruso, Dmitri Medvedev, denunció un incumplimiento de las reglas de seguridad del aeropuerto de Domodedevo, y exigió que los responsables del mismo rindan cuentas por esta “tragedia”.

“Lo ocurrido muestra con claridad que se han producido violaciones de las reglas de seguridad. Han tenido que haber de verdad para llevar o pasar tal cantidad de explosivos” en el aeropuerto, declaró Medvedev.

“Todos aquellos que tienen responsabilidades, aquellos que deciden y la dirección del aeropuerto deberán responder de todo”, dijo.

Según fuentes policiales, el equivalente de entre cinco y siete kilos de TNT fue utilizado para cometer el atentado en la sala de llegadas internacionales de Domodedovo, el mayor aeropuerto ruso (22 millones de pasajeros en 2010).

La explosión mató a 35 personas, según los datos preliminares del Comité de Investigación de Rusia, que inició una investigación por “acto de terrorismo” y precisó que se trató “a priori” de un atentado suicida.

Siete extranjeros figuran en la lista preliminar de personas muertas, publicada el martes por el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia.

Cuarenta y tres de las 110 personas hospitalizadas el lunes se encontraban el martes en estado grave o crítico, según el último balance publicado por el ministerio de Salud.

El atentado fue firmemente condenado por la comunidad internacional, que manifestó su solidaridad al gobierno ruso.

En el marco de la investigación, la policía y los servicios de seguridad del aeropuerto, cuyo trabajo es objeto de críticas, van a ser sometidos a verificaciones, indicó una fuente citada por RIA Novosti.

Los dos aviones de línea que dos mujeres kamikazes hicieron estallar en vuelo en agosto de 2004, causando 90 muertos, habían despegado de Domodedovo. La investigación reveló que las terroristas habían sobornado a los servicios de seguridad del aeropuerto.

“Dados los problemas recurrentes que encontramos en este país -corrupción, falta de justicia, tensiones sociales- los actos terroristas van a continuar”, estimó el vicepresidente de la Comisión de Seguridad de la Cámara Baja del Parlamento ruso, Guenadi Gudkov, en declaraciones a la radio Eco de Moscú.

Tras el atentado, la policía reforzó las medidas de seguridad en los transportes públicos de Moscú, especialmente en el metro.