El ex presidente Jimmy Carter abandonó Corea del Norte este viernes después de obtener la liberación de un ciudadano norteamericano encarcelado en ese país, anunció la agencia Nueva China.

Jimmy Carter llegó el miércoles en misión humanitaria para intentar conseguir la liberación de Aijalon Mahli Gomes, condenado a ocho años de trabajos forzosos por el régimen de Pyongyang por haber cruzado ilegalmente la frontera norcoreana desde China.

“Carter y Aijalon Mahli Gomes, el norteamericano, subieron a bordo de un avión y abandonaron el país”, anunció la agencia oficial china en un despacho fechado en Pyongyang.

“Carter se entrevistó con el viceministro de Relaciones Exteriores (encargado del expediente nuclear), Kim Kye-Gwan, por espacio de unos cinco minutos en el aeropuerto antes de salir del país”, agregó la agencia.

En Washington, la oficina de Jimmy Carter confirmó poco después su partida de Pyongyang con el estadounidense liberado.

Estados Unidos había expresado en varias ocasiones su preocupación por la salud de Aijalon Mahli Gomes, condenado a ocho años de trabajos forzosos y multa de 700.000 dólares por el régimen de Pyongyang por haber curzado ilegalmente la frontera norcoreana.

Este ex profesor de inglés de 30 años, conocido por su fe cristiana, fue detenido en enero y condenado en abril.

Pasó la frontera norcoreana un mes después del misionero norteamericano Robert Park, que había cruzado un río helado el día de Navidad, porque quería seguir su ejemplo. Park fue liberado en febrero sin proceso.

Corea del Norte y Estados Unidos no mantienen relaciones diplomáticas y esta visita con fines humanitarios tiene lugar en un contexto de fuertes tensiones en la península coreana.

Jimmy Carter había efectuado un viaje sin precedentes a Corea del Norte en 1994, cuando Estados Unidos estaba a un paso de la guerra con el régimen de Pyongyang debido a su programa nuclear.

El ex presidente había logrado entonces calmar las tensiones con el dirigente norcoreano Kim Il-Sung.

El año pasado, otro ex presidente demócrata norteamericano, Bill Clinton, viajó a Corea del Norte y facilitó la liberación de dos periodistas norteamericanas que también habían sido encarceladas por entrar de forma ilegal en el país.