El gobierno del presidente Evo Morales urgió este lunes a los líderes de Potosí (sur) que acaben con una huelga de 12 días y los cortes de ruta que dejó varados a un centenar de turistas, para abrir el diálogo sobre sus reivindicaciones.

El ministro de la Presidencia, Oscar Coca, estimó que la suspensión de las protestas, que ya ha provocado desabastecimiento de alimentos, abriría 2 escenarios de diálogo: uno en Potosí, a 570 km al sur de La Paz, o en la sede de gobierno con el propio jefe de Estado.

“Estaremos en Potosí, en el momento en que se levanten las medidas de presión” con una misión de ministros, afirmó el ministro Coca, quien acotó que si el encuentro es en La Paz “el presidente los recibirá para escuchar sus demandas” que enarbolan los líderes civiles del departamento sureño.

El corte de rutas, principalmente en la capital, afectó la comunicación del oeste andino de Bolivia con el sur, con una ruta que conecta con el norte de Argentina y con una línea férrea de carga con Chile, mientras que medio millar de personas cumplen una huelga de hambre, según un último recuento.

La medida impide también la salida de una centenar de turistas, en su mayoría franceses.

El comité cívico de Potosí, que comanda las protestas, exige un diálogo en Potosí, sin suspender sus medidas de presión.

Potosí, ciudad con más de 160.000 habitantes, exige que el gobierno de Morales ponga fin a un conflicto limítrofe con el vecino departamento de Oruro, además de reclamar la construcción de un nuevo aeropuerto y una fábrica de cemento, entre otras demandas.