Con indignación reaccionaron los familiares de los soldados muertos en la tragedia de Antuco, al enterarse por La Radio que el mayor (R) Patricio Cereceda está postulando al beneficio de libertad condicional, luego de cumplir la mitad de la condena, por su responsabilidad en la muerte de los 44 conscriptos y un sargento segundo.

Patricio Cereceda | La Nación

Patricio Cereceda | La Nación

Angélica Monares, presidenta de la agrupación de familiares de los fallecidos, recuerda un encuentro que tuvo con Cereceda el 23 de noviembre del 2008, en la cárcel de Punta Peuco. En esa ocasión le pidió expresamente al militar, que cumpliera la condena de manera completa, es decir que estuviera 5 años recluído, tal cual lo había determinado el fiscal Juan Araos, a cargo del caso.

Para la dirigenta, lo ocurrido es una cachetada en el rostro de los parientes de los fallecidos, justo cuando recién de acaban de cumplir los cinco años de la tragedia militar.

Por eso, Angélica Monares advirtió que ante este escenario, que catalogó como incomprensible, los familiares y los abogados que llevan adelante la parte penal del caso, se unirán para hacer presión, con el objeto de que finalmente, se deseche la opción de liberar al oficial que es sindicado como el mayor responsable de la tragedia de Antuco.

El día 18 de mayo de 2005, los conscriptos del Regimiento Reforzado Nº17 de Los Angeles realizaban expediciones a la zona cordillerana de Antuco. Un frente de mal tiempo arribó a la zona, provocando nevazón y un importante descenso en las temperaturas.

Los mayores a cargo del batallón obligaron a los jóvenes soldados a marchar bajo la intensa nevazón a -10º, sin contar con el equipo adecuado para bajas temperaturas. Los jóvenes fueron paulatinamente cayendo a la nieve producto del agotamiento y el frío, ante la incapacidad de sus mandos directos y camaradas de salvarles la vida.

Tras la tragedia, se realizaron juicios contra los oficiales del Regimiento por diversos cargos. En enero de 2006, el juez encargado de la causa dictaminó la culpabilidad del mayor Patricio Cereceda y el comandante Luis Pineda por cuasi-delito de homicidio reiterado, al no actuar con la “diligencia debida” para evitar la tragedia.

Cereceda recibió una pena de 5 años y un día de cárcel, siendo el único encausado que recibió penas de presidio. En tanto, otros militares solamente fueron dados de baja por el Ejército.