Una entidad internacional de derechos humanos declaró este martes que Brasil tiene la “obligación” de respetar los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que pondrá en el banquillo al Estado brasileño por crímenes cometidos en la dictadura militar.

La Corte tendrá audiencias el jueves y viernes para conocer, en particular, el expediente sobre “la guerrilla de Araguaia” en torno a 70 casos de secuestro, tortura, desaparición y muerte perpetrados por las fuerzas de seguridad entre 1972 y 1975 bajo la dictadura que gobernó de 1964 a 1985.

La directora ejecutiva del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), Viviana Krsticevic, destacó que esta es la primera vez que el tribunal interamericano juzgará los crímenes del régimen militar brasileño.

La representante de esa entidad para Brasil, Beatriz Affonso, llamó la atención sobre una “peligrosa declaración” del ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, quien habría dicho que Brasil podría negarse a acatar una resolución condenatoria de parte de la Corte Interamericana, con sede en San José.

“Queremos enfatizar la obligación de Brasil de respetar las sentencias de la Corte Interamericana”, como todos los demás estados suscriptores de la convención que creó el tribunal, dijo Affonso.

El tribunal escuchará los alegatos de las organizaciones de derechos humanos brasileñas, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (con sede en Washington) y del gobierno de Brasilia, para posteriormente emitir una sentencia, que podría demorar unos meses.

La importancia de este proceso es mayor en tanto que el Supremo Tribunal Federal de Brasil se negó el 29 de abril a revisar una Ley de Amnistía dictada en 1979, que ha permitido la impunidad de graves violaciones a los derechos humanos, dijo Krsticevic.

Las acciones militares que serán indagadas estaban destinadas a sofocar un movimiento de resistencia contra la dictadura en las riberas del río Araguaia, en el estado de Pará (norte).