Este martes se realiza la segunda jornada de la audiencia del denominado Caso Tsunami, en donde se esperaba continuar escuchando a los familiares de las personas que fallecieron el 27 de febrero de 2010.

Ayer se escucharon más de 30 testimonios, en donde las familias rechazaron la suspensión condicional del procedimiento en contra de las seis ex autoridades involucradas con la fallida alerta de tsunami.

Sin embargo, no todas las familias -la mayoría de Constitución- llegaron hasta el Centro de Justicia dado que no tenían un lugar para hospedarse. Incluso, muchos de ellos no tenían dinero para comprar comida durante la jornada. Es por esto que sólo llegó a declarar una sola víctima.

Ante esto acusan que la Unidad de Atención a Víctimas de la Fiscalía no operó como correspondía. Una de las familiares de las víctimas declaró al programa Expreso Bío Bío que muchos no podían venir nuevamente hasta la capital porque “no tenían plata”.

“Se suponía que venían acá, que les iban a dar almuerzo, que se iban a preocupar de eso pero no se preocuparon de nada”. Según el testimonio Erika Valdés, a la gente proveniente de otras regiones se le prometió -por parte de la Fiscalía- ayuda para quedarse hasta finalizado el proceso de entrega de testimonios.

El abogado Raúl Meza le explicó a la jueza que muchas “víctimas lamentablemente no pudieron retornar para los efectos de esta audiencia [...] Ayer llegaron a las cuatro de la mañana sin desayuno y no tuvieron alimentación durante todo el día. Entendemos que hay una unidad de Víctimas y Testigos de parte del Ministerio Público y, por tanto, queremos que se de cuenta por parte del Ministerio Público cuáles son los recursos que puso a disposición de estas víctimas”.

Consultado por la situación, el fiscal José Luis Pérez aseguró que no recibió reclamos ni ninguna situación particular para recibir a los familiares.

Los abogados de las víctimas solicitaron suspender la audiencia. Sin embargo, esto fue rechazado por la jueza Carolina Gajardo.