Estamos tan acostumbrados en nuestro día a día, que por lo general no nos damos cuenta de las gran cantidad de ruido al que nos exponemos, y que “silenciosamente” puede generar daños a nuestra salud.

Desde las bocinas de los autos en la calle, hasta el uso prologado de audífonos a máximo volumen, en especial con la frecuente utilización de dispositivos como iPhones y reproductores portátiles, son parte de las muchas fuentes de ruido que soportamos en nuestro diario vivir, en el cual también nos exponemos a lugares con un ambiente sonoro claramente dañino, como las discos, pubs, bares, cines, conciertos, eventos deportivos e incluso gimnasios.

Según los datos entregados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay aproximadamente unos 1100 millones de jóvenes que podrían estar en riesgo de sufrir pérdida de audición debido a costumbre que, a corto y largo plazo los perjudica auditivamente.

De hecho, las cifras entregadas en 2015 por la OMS dan cuenta de que existen 43 millones de personas de entre 12 y 35 años padecen una pérdida auditiva discapacitante debido a diferentes causas en el mundo.

De los datos de estudios realizados en países de ingresos medianos y altos y analizados por la OMS se desprende que casi el 50% de los adolescentes y jóvenes de 12 a 35 años están expuestos a niveles perjudiciales de ruido por el uso de aparatos de audio y que alrededor del 40% están expuestos a niveles de ruido potencialmente nocivos en lugares de ocio.

Un nivel perjudicial de ruido puede ser, por ejemplo, la exposición a más de 85 decibelios (dB) durante ocho horas o 100 dB durante 15 minutos.

El problema es que cuando nos exponemos durante largos periodos a fuente de ruido que superan el límite, nuestras células auditivas se deterioran, y perdemos temporalmente capacidad de audición, incluso con la posibilidad de sufrir de acúfenos, hasta que con el paso de las horas se recuperen.

Pese a lo anterior, siempre estamos ante la posibilidad de que el daño sea tal, que simplemente dichas células no logren recuperarse y terminemos perdiendo capacidad de audición.

Por esto es importante conocer cuánto soportan nuestros oídos, y tener en cuenta que, la duración admisible de la exposición a un sonido disminuye a medida que aumenta el volumen del sonido.

¿Durante cuanto tiempo puedo aguantar sin sufrir daño a ciertos volumenes?

La Organización Mundial de la Salud, en el marco de su campaña “Escuchar sin riesgos”, ha entregado algunas comparativas entre el tiempo y la cantidad de decibelios que soporta el humano sin sufrir daños.

85 dB: nivel de ruido en el interior de un automóvil en movimiento – 8 horas.
90 dB: cortadora de pasto – 2 horas y 30 minutos.
95 dB: ruido de una moto – 47 minutos.
100 dB: bocina de un automóvil – 15 minutos.
105 dB: reproductor de mp3 a todo volumen – 4 minutos.
105 dB: Concierto – 28 segundos

En Chile, los niveles de ruido máximos en lugares de trabajo son regulados por la DT, que se basa en el artículo 75 del Decreto Supremo N° 594, del año 2000 emanado del Ministerio de Salud.

De lo anterior deriva el Reglamento sobre Condiciones Sanitarias y Ambientales Básicas en los Lugares de Trabajo, que establece que la exposición ocupacional a ruido estable o fluctuante debe ser controlada de modo que para una jornada de 8 horas diarias ningún trabajador pueda estar expuesto a un nivel de presión sonora continuo equivalente a 85 decibelios.

Eso sí, para medir los decibelios se toma en cuenta el ruido captado en la posición del oído del receptor, no según la fuente que emana el ruido.

Asimismo la norma indica que es responsabilidad del empleador tomar las medidas necesarias para mantener el nivel de ruido dentro de los rangos permitidos, por lo que se deben efectuar mediciones constantes que verifiquen el cumplimiento de estas normas.

¿Cómo medir los decibelios de una forma fácil?

Existen aplicaciones para smartphone que nos pueden ayudar en esta tarea, como el caso de Sonómetro, disponible para Android, la cual mide los niveles ambientales.

Este programa utiliza el micrófono de smartphone para medir el nivel de ruido en decibelios, y da una referencia bastante útil, aunque no 100% certera.

Eso sí, los valores máximos que registra son límitados debido a las capacidades de los micrófonos de los teléfonos, por lo no podrá medir más allá de los 100 db.

Para iPhone, iPad y iPod touch, existe un programa llamado Decibel Ultra, el cual requiere iOS 7.1 o posterior y está hecha para funcionar mejor en iPhone 5. Sus forma de operar es similar a la de Sonómetro.

Recomendaciones dela OMS

En colaboración con asociados de todo el mundo, la OMS se encuentra realizando campañas para alertar sobre los riesgos de la pérdida de audición provocada por el ruido, por lo que durante los últimos meses ha entregado algunas recomendaciones a seguir.

Mantenga el volumen bajo.

Es aconsejable respetar los niveles seguros de exposición al ruido, por tanto es de suma importancia ajustar el volumen del aparato de audio personal a un nivel cómodo en un ambiente tranquilo, de forma que no supere el 60% del volumen máximo.

Utilizar tapones para los oídos

Cuando vaya a un club nocturno, discoteca, bar, pub, evento deportivo u otro lugar ruidoso, utilice tapones para proteger los oídos. Si se colocan bien, pueden ayudar a reducir el nivel de exposición al ruido de forma considerable.

Utilizar audífonos que se ajusten bien y, de ser posible, que aíslen del ruido del entorno

Si se ajustan bien, los audífonos permiten escuchar música con claridad a volúmenes bajos, y cuando aíslan del ruido del entorno permiten escuchar el sonido a un volumen más bajo del que sería necesario en caso de no ser aislantes.

Limite el tiempo que dedica a actividades ruidosas

La duración de la exposición al ruido es uno de los principales factores que contribuyen al nivel total de energía acústica.

Cuando vaya a un club nocturno, discoteca, bar, pub, evento deportivo u otro lugar ruidoso, haga breves descansos auditivos para reducir la duración total de la exposición al ruido.

Alejarse de los ruidos fuertes

En lugares ruidosos, manténgase lo más lejos posible de fuentes de sonido como los altavoces. Trasladarse a lugares más silenciosos dentro de un local puede reducir el nivel de exposición.

Limitar el tiempo diario de utilización de los aparatos de audio personales

Aunque es importante mantener el volumen bajo, la limitación del uso de aparatos de audio personales a menos de una hora al día contribuirá enormemente a reducir la exposición al sonido.

Vigile los niveles seguros de exposición al ruido

Utilice la tecnología de los smartphone para medir los niveles de exposición al ruido y conocer el riego de pérdida de audición provocada por el ruido de su aparato de audio personal.

Preste atención a las señales de advertencia de pérdida de audición

Acuda a un profesional especializado en salud auditiva en caso de acúfenos o dificultad para oír sonidos agudos como el timbre, el teléfono o el despertador; para entender el habla, sobre todo por teléfono; o para seguir conversaciones en ambientes ruidosos, como restaurantes o reuniones sociales.

Haga revisiones auditivas periódicas

Aproveche los servicios de revisión periódica de la audición que se prestan en colegios, lugares de trabajo y comunidades, pues ello puede ayudar a detectar la aparición de la pérdida de audición en una etapa inicial.

Actualmente 360 millones de personas en todo el mundo sufren pérdida de moderada a grave de la audición por diversas causas, como el ruido, enfermedades genéticas, complicaciones al nacer, determinadas enfermedades infecciosas, infecciones crónicas del oído, el uso de determinados medicamentos y el envejecimiento. La OMS estima que la mitad de todos los casos de pérdida de audición pueden evitarse.