Un estudio del Colegio Médico reveló la presencia de metales pesados en el río Laja, a la altura del sector La Aguada en la comuna de Yumbel. Los vecinos del lugar manifestaron su preocupación por los alcances en la salud de las personas y pidieron que se agilice la investigación en curso.

Recordemos que la alteración del cauce comenzó a ser percibida hace más de un año por los lugareños, quienes sindican como responsable a la empresa eólica Monte Redondo, que construyó una central hidroeléctrica de paso en la zona.

Tras la instauración de una mesa de trabajo se encargaron una serie de análisis a las aguas, cuyos resultados preliminares fueron dados a conocer por el gobernador de Bío Bío Luis Barceló, quien detalló que un estudio del Colegio Médico da cuenta de la presencia de metales pesados.

Se trataría de manganeso y fierro más allá de los parámetros normales, sin embargo se desconoce su origen, puntualizó.

Tras conocer estos antecedentes Claudia Escobar, secretaria de la Agrupación de Defensa del Río Laja y el Medio Ambiente, sostuvo que lamentablemente se confirmaron los temores de la comunidad sobre la contaminación del río Laja, aunque no con los componentes que sospechaban.

La dirigenta agregó que serían cerca de 700 personas las afectadas por este fenómeno, que les preocupa por los alcances a los que se ven expuestos, ya que los pobladores consumen el agua directamente desde el curso fluvial.

Desde la Gobernación de Bío Bío indicaron que estos antecedentes fueron puestos a disposición de la Superintendencia de Medio Ambiente, organismo que en un plazo no menor a los tres meses deberá corroborar o descartar los resultados entregados por el laboratorio del Colegio Médico.

La Radio se contactó con la empresa desde donde indicaron que se referirán al tema una vez que haya sesionado la mesa técnica que convocó la Gobernación. Eso sí, señalaron que se trata de un fenómeno de múltiples causas, y que así lo ha entendido la autoridad al convocar a una instancia para analizar soluciones integrales.

Además indicaron que los estudios detectan la presencia de elementos orgánicos y de otro tipo que no se pueden atribuir a una planta hidroeléctrica, que no adiciona ningún elemento al agua porque simplemente el pasa por la planta.