Nos farreamos la oportunidad de trasladar el estadio camino a Penco. De esta forma se habría permitido que la zona actual se proyectara más amistosa y racional hacia su comunidad. Asimismo proyectar con más armonía un crecimiento al futuro.

No olvidemos que fueron más de tres años de ambivalencias. El repentino nerviosismo por participar a cualquier precio en la Copa América, nubló la que posiblemente habría sido una gran decisión. Hoy, es utilizado como un puente para conseguir dividendos políticos y no lo digo por el alcalde Álvaro Ortiz que tiene su propio piso y aspiraciones para seguir.

Es bueno que la gente sepa que los mega proyectos cumplen fácil los avances comprometidos en obra gruesa, sobre todo el estadio que tiene espacio para trabajar libre. Además, se trata de una remodelación, pero las sonrisas desaparecen cuando se llega a la etapa de las terminaciones.

El estadio contempla en el sector centro -colindante con los militares- una obra de características de edificio: tribuna oficial, baños especiales, salón Vip, salón de conferencia, cafetería, restaurant, un museo y un gran espacio para la prensa que incluye baños. A lo anterior se suman especialidades de lento avance y camarines sofisticados. Lamentablmente, aún no llegan a este nivel.

Los anuncios, a mi juicio, son exagerados. Faltan pocos meses y los organizadores aún no entienden que esa zona está colapsada por el tránsito de hoy. A las 30 mil personas al interior del estadio, el sector se verá violentado con más de 300 microbuses y sobre 3.000 mil móviles, todos intentando salir en estampida por el mismo lugar. Será un caos para quienes viven y asistan como espectador.

Antes de ser voceros de los avances fáciles, deberían estar analizando cómo mitigaran este caos. También si el drenaje que se está instalando -diferente y más débil al que estaba antes- es el adecuado. Los partidos de fútbol serán en plena época de lluvia. ¿Quién eligió el sistema y cuál es la garantía que será útil para días de diluvio en una ciudad tan lluviosa como Concepción?

Creo que se jugará con un estadio terminado a medias y con muchas partidas por terminar. Esto hace pensar que la empresa que solicitó más plazo debió analizar la situación con más calma.

La empresa está realizando su esfuerzo, incluso de noche, pero al final del plazo las excusas sobrarán. La posibilidad de ejecutar las obras aledañas necesarias se desaprovechó.

A la hora de la verdad, faltó solidaridad. Sin este elemento, nunca seremos una gran región.

Hector Pendola Torres

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