El fotógrafo Hugh Turvey vuelve a sorprender con sus fotografías de rayos X. En esta oportunidad su atención se centró en el pie de su esposa, el que alcanzaba un ángulo de 90 grados debido al uso de altos tacones.

“Es una increíble contorsión del pie. Es tan fácil de ver que no se puede ignorar la verdad de sus consecuencias”, explicó al sitio The Guardian.

Pero la motivación del artista por capturar estas imágenes en rayos X no tiene ver con la medicina. Su interés es el arte y revelar así un mundo aún oculto para los ojos.

Esta radiación es visible a la luz debido a los fotones. La diferencia es que éstos al tener una energía mayor pueden penetrar incluso objetos sólidos. Mientras más denso sea un objeto, con mayor fuerza podrá penetrar la luz.

El profesional elige distintas máquinas de rayos X dependiendo de lo que está fotografiando. Por ejemplo, para capturar a un elefante ocuparía equipamiento industrial. Pero si se trata de un objeto delicado como una flor, entonces puede ocupar una máquina similar a las que se encuentran en las consultas médicas.

“He usado todos los equipamientos que existen en esta industria”, explicó Turvey. Agregó además que no existe un tipo especial para él, ya que éste depende de lo que está observando.

Hugh Turvey

Hugh Turvey