Generalmente cuando se habla de actividades deportivas peligrosas para la salud humana, lo más sencillo es relacionar el tema con el boxeo, rugby o las artes marciales, debido al contacto físico existente con los competidores rivales.

En segundo término, también se vinculan los innumerables accidentes que se producen en torno a los “X-Games”, o también llamados en español como los juegos extremos.

Y es que las dificultosas acrobacias que intentan los deportistas sobre sus bicicletas, tablas de skate o patines, no siempre resultan como se esperaban.

Problemas de sincronización, líos con los implementos o simplemente un mal cálculo a la hora de terminar una maniobra pueden producir fuertes caídas y, por los mismos, severas lesiones en los participantes.

Sin embargo, un estudio médico de la revista Journal Of Pediatric asegura que, al menos para las mujeres norteamericanas, la disciplina de mayor riesgo sería el “cheerleading”, consignó un blog del New York Times.

Sí, créalo. Las ‘animadoras’ son quienes están expuestas a sufrir los “castigos físicos” más graves en el país norteamericano.

Lo anterior, porque más allá de que es la actividad más popular practicada por las jóvenes, las cifras indican que el 66% de las lesiones de mayor complejidad en el deporte femenino -consecuentes en discapacidad permanente o en una esperanza de vida ‘acortada’- lo obtuvieron “porristas”.

Y no es el único número que preocupa. Además, las “cheerleaders” con daños en su cuerpo que visitaron centros asistenciales de urgencia tras líos en la práctica de esta actividad pasaron de 5 mil en 1980 a 26.786 en 2007, es decir, hubo un aumento exponencial de más de un 500%.

El estudio también reveló, que al contrario de lo que se podría pensar, las grandes afectadas no serían las ‘voladoras’ encargadas de llevar a cabo piruetas en los aires, sino que más bien quienes recogen a las que realizan las figuras en las alturas.

Lo peor de todo, es que, según el mismo informe, las jóvenes no asisten a controles médicos tras recibir impactos, lo que ha aumentado el porcentaje de riesgo del “cheerleading”, aparentemente, por el afán de volver a competir lo antes posible.

Así, muchas de ellas participan -ante su desconocimiento- con conmociones cerebrales, indicó la investigación, lo que podría derivar con el paso del tiempo en la disminución de la memoria verbal y visual, pérdida de la velocidad motor, conflictos con el procesamiento visual inferior y hasta en un aumento de reacción retardada.

Sobre esto último, el trabajo señala en sus conclusiones que “en vista de estos resultados, es preocupante que la mayoría vuelve a jugar después de una conmoción cerebral decisiones se han basado en gran medida de un autoinforme de los atletas sobre sus síntomas”.

Finalmente, el informe añade que es necesario incorporar para mayor seguridad de las bailarinas “una evaluación neurocognitiva” luego de sufrir caídas o lesiones, de manera que se pueda asegurar en cierta medida que una persona puede retornar a la actividad sin riesgo de conmociones cerebrales.

A continuación, te mostramos un par de videos que muestran lo riesgoso que puede resultar el “cheerleading”.

http://youtu.be/TivHJ9eVRxg

http://youtu.be/G5K5kRN0FoM