Mediante una carta escrita al interior del Hospital Regional de Concepción, los presos mapuche advirtieron que no dudan en llegar hasta las últimas consecuencias en la huelga de hambre que llegó a los 50 días.

Los cuatro jóvenes de la comunidad Wente Winkul Mapu de Ercilla, que fueron trasladados desde la cárcel de Angol al hospital penquista por su extenso ayuno, señalaron que “darán la vida si es necesario” y que ante una posible alimentación forzada por disposición de Gendarmería, se coserán la boca “si es necesario”.

Los comuneros de entre 19 y 24 años han bajado de 12 a 15 kilos de peso desde que iniciaron la medida de presión el pasado 27 de agosto. Piden su libertad, pues a su juicio, las acusaciones que les mantienen privados de libertad serían montajes para detener las movilizaciones mapuche.

El werken de la comunidad, Luis Melinao, dijo que como familias y dirigentes los van a apoyar en cualquier determinación que decidan, refiriéndose a acciones como la de coserse la boca como protesta ante una alimentación por la fuerza.

El director del Hospital Regional de Concepción, Sergio Opazo, dijo que lo más complejo es la negativa a realizarse exámenes que expresan los internos, sólo permiten algunos, lo que complica saber el real estado de salud, afirmó el médico.

En ese sentido, desestimó supuestas variaciones en el peso de los huelguistas, incluso dijo que es normal cierto aumento de peso por algunos períodos, de no más de 100 gramos. Situación que descartaron categóricamente los familiares, pues creen imposible un aumento de peso cuando sólo ingieren agua.