En una carta conjunta, la Cámara Chilena del Libro y Editores de Chile manifestaron su total repudio a los dichos del Ministro Secretario General de Gobierno, quien indicó que los más beneficiados con una eliminación de este impuesto serían los editores y no el consumidor final.

En atención a la campaña Libros sin iva que ha liderado un grupo de ciudadanos y referentes del mundo cultural chileno y que ha reposicionado ese antiguo debate en la agenda pública, la autoridad de gobierno descartó que esta materia vaya a ser incorporada en el paquete de reformas tributarias en trámite. Respaldó dicho argumento con que la industria del libro nacional es pequeña y se funda en distribución de libros extranjeros, con lo que una rebaja solo tiende a beneficiar el negocio de la importación más que a los verdaderos lectores de libros. Indicó además que el IVA único y parejo para todos los bienes en Chile es admirado por otras naciones y que generar excepciones lleva el debate a definir prioridades, que para algunos puede ser el libro y que para otros puede ser la salud y otros bienes determinantes en una sociedad.

En respuesta a lo anterior, ambas instituciones gremiales que representan al sector manifestaron su disconformidad y desconcierto, en atención a que el mismo gobierno se encuentra desarrollando estudios sobre el particular a través del CNCA y desarrollando políticas tendientes a promover la lectura y elevar los niveles de acercamiento al libro.

“No se entiende la ofensa gratuita a la función del editor, el que se confunde por lo demás en las expresiones del Ministro con el rol del distribuidor. Preocupa que este tipo de expresiones cierren la puerta a cualquier cambio significativo para la condición no lectora del chileno y deja a la resignación y al mercado la condición actual en los estímulos y hábitos de lectura de los ciudadanos. (…)

Conscientes del rol fundamental que tiene el libro como soporte de la memoria y la cultura, de las ciencias y las humanidades; como instrumento formador para fortalecer las capacidades de la ciudadanía en tiempos de globalización, como elemento democratizador en nuestra sociedad, como base de la diversidad cultural, el libro y los actores del mundo del libro merecen otro trato por parte del Gobierno de Chile.”