Tras las sucesivas expropiaciones en el continente, encabezadas por Argentina y Bolivia, la apertura al mercado de Chile y sus positivas cifras macro económicas siguen seduciendo la inversión española.

“El interés de las empresas españolas por venir a Chile es evidente toda vez que el número de visitas y de consultas va en aumento”, señala el vicepresidente ejecutivo del Comité de Inversiones Extranjeras de Chile, Matías Mori, consigna la Agencia EFE.

Mori agrega que “las cualidades que destacan a Chile como destino de inversión extranjera se mantienen inalterables” además de que “las medidas adoptadas por algunos países no son práctica común en la región”.

En tanto, el consejero económico y comercial de la Embajada Española en Chile, José Antonio García, expresa que producto de la ‘inseguridad’ que dichas medidas le ofrecen a los negocios internacionales, ya se observa “sin duda alguna” una desviación de flujos hacia nuestro país. Lo anterior, sustentado en un informe de la Cepal que situó a Chile como el tercer receptor de inversiones en la región en 2011, con 17.229 millones de dólares.

“Esos datos muestran cómo huye la inversión de los países en los que no tienen ninguna seguridad ni jurídica ni administrativa”, subraya García.

Cabe mencionar que fue hace cerca de 30 años cuando las primeras empresas ibéricas llegaron a suelo chileno, lideradas por los bancos BBVA y Santander, Telefónica, Endesa, distribuidoras de aguas y constructoras, en un hecho que transformó a España en el segundo inversor histórico en Chile, sólo superado por EE. UU.