El gobierno español dijo este lunes que la tregua anunciada por ETA no le merece la más mínima confianza, reafirmando su política antiterrorista y su rechazo a dialogar con la organización independentista armada vasca, a la que llamó a renunciar definitivamente a la violencia.

ETA | guardian.co.uk

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“ETA tiene que dejar la violencia del todo, para siempre”, exigió el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la Televisión pública española (TVE) tras calificar de “insuficiente” el anuncio hecho la víspera por ETA.

El ejecutivo socialista español es “escéptico” y los partidos políticos han “calificado de insuficiente” el anuncio, un día después de que la organización anunciara en un vídeo que “ya hace algunos meses tomó la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas” para conseguir la independencia vasca.

Rubalcaba indicó que el ministerio del Interior mantiene “intacta su política antiterrorista”.

“No vamos a cambiar ni un ápice, ni una coma nuestra política antiterrorista” porque “cabe perfectamente que esto sea reversible: en resumen, no me fío un pelo, ni yo ni las fuerzas de seguridad”, avisó.

A la pregunta de si el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha negociado o está negociando con ETA, el ministro respondió que “es evidente que no”.

“Al Estado lo que le corresponde es aplicar la ley, perseguir a los terroristas y encarcelar a aquellas personas que pertenecen al entramado de ETA”, enumeró, ante declaraciones de un miembro del conservador Partido Popular que asegura que Madrid negocia con la organización.

Para el ministro, el concepto de “tregua” para dialogar con ETA “ya no vale” después de que la organización rompió la anterior con un atentado en el aeropuerto de Madrid en el que murieron 2 ciudadanos ecuatorianos.

Además aseguró que si el movimiento independentista radical quiere crear un partido político para participar en las elecciones municipales de 2011, “o rompen definitivamente con ETA o convencen a ETA de que deje definitivamente la violencia: sólo hay estas dos opciones”, dejó claro.

“El único comunicado que nos importa de ETA es un comunicado anunciando su disolución”, declaró por su parte el líder del conservador Partido Popular (PP), que estimó que el anuncio “no tiene ningún valor y no cambia nada”, por lo que “hay que seguir con la misma política antiterrorista” sin negociar con ellos.

En la misma línea, el presidente del gobierno regional vasco, el socialista Patxi López, declaró este lunes a Radio Euskadi que el anuncio “no es suficiente”, y la mayoría de los partidos españoles y asociaciones de víctimas también calificaron el anuncio de “insuficiente”.

En el otro lado, los independentistas radicales estimaron el domingo el anuncio como una “aportación de valor incuestionable para la instalación de la paz”.

Mientras, partidos independentistas no violentos como Aralar, NaBai y Eusko Alkartasuna consideraron el anuncio “positivo”, pero también pidieron a ETA que deje la violencia “definitivamente”, y el líder del partido católico norirlandés Sinn Féin, Gerry Adams, llamó a Madrid a dar una respuesta “positiva”.

Los independentistas radicales, aglutinados en torno a Batasuna –ilegal desde 2003 por sus vínculos con ETA–, pedían desde hacía meses a ETA que renunciara a la violencia para poder formar un partido, participar en los próximos comicios vascos y no desaparecer del panorama político.

En los últimos años, la justicia española ha ilegalizado partidos independentistas alegando sus relaciones con la organización armada, considerada organización terrorista por la Unión Europea (UE).

ETA es responsable de la muerte de 829 personas en más de 50 años de violencia por la independencia de Euskal Herria, una “gran nación vasca” formada por el País Vasco español, la vecina región de Navarra y el país vascofrancés. Desde entonces había anunciado tres treguas.

El anuncio de ETA tiene lugar en momentos de debilidad de la organización, que no cometía atentados desde agosto de 2009. En dos años y medio la policía ha detenido a seis de sus jefes.

Desde el final de su anterior tregua, en junio de 2007, ETA ha matado a 10 personas.