Este viernes es el Día Mundial del Sueño, jornada en la cual académicos de todo el mundo recuerdan la importancia del buen dormir, el suficiente como para poder funcionar de manera correcta en nuestras actividades diarias.

No obstante, aquello no siempre es así, especialmente por la irrupción de los dispositivos digitales, la rapidez de la vida cotidiana y otros factores que gatillan que el sonido del despertador sea aún peor para nuestros oídos cada mañana.

Consultado por BioBioChile, Pablo Brockamnn, profesor del departamento de Cardiología y Respiratorio Pediátrico y director del Centro del Sueño Pediátrico de la Universidad Católica, afirmó que un sueño mediocre, malo e incluso insuficiente nos expone a una serie de enfermedades y problemas de salud.

“Se pueden derivar bastantes enfermedades entre las cuales destacan enfermedades neurocognitivas, cardiovasculares, hipertensión, hipertensión pulmonar y diabetes”, dijo.

“A largo plazo, el sueño insuficiente hace que nosotros tengamos cada vez más un déficit de sueño, por lo tanto nuestras neuronas y nuestro desarrollo cerebral se va poniendo cada vez más lento, tenemos déficit de memoria, déficit neurocognitivo y también un gran estrés oxidativo, el cual produce aterosclerosis, infarto y enfermedad cardiovascular”, agregó.

“Como se puede ver, son muchas las patologías, y crónicas, que se pueden derivar de un mal dormir, incluso desde la infancia”, precisó el especialista, para quien el ir a la cama cuando se comienza a tener sueño es fundamental.

En esa línea, aconsejó no ver televisión antes de enfilar al dormitorio, junto con no usar el celular (ya que ambos disrrumpen la secreción de melatonina), evitar sentir ruidos y no hacer un ejercicio extremadamente extenuante justo antes de dormir, sino que tratar de privilegiar actividades que sean más tranquilas.

“No comer tarde, lo que quiere decir no comer dos horas antes de dormir, tratar de evitar la última comida, tratar de evitar el alcohol, el café, el cigarrillo, ya que todo esto incide en el dormir”, añadió.

Sustancias y consejos

En el contacto, el médico dejó en claro que sustancias como el alcohol y la marihuana juegan un rol perjudicial sobre el descanso, lo que ha sido corroborado por una serie de estudios y trabajos al respecto, los que indican que su ingesta efectivamente altera las etapas del sueño.

“Se podría creer que uno va a dormir más rápido y mejor consumiéndolos, pero esto no es así, ya que el alcohol y la marihuana solo alteran las etapas del sueño haciendo un sueño muy superficial y muy negativo a largo plazo”, aseveró.

“Existen varios consejos para tener un mejor sueño, como por ejemplo tratar de tener horarios regulares de lunes a domingo, tratar de tener una buena rutina, es decir saludable, hacer deportes o ir al gimnasio”, indicó al respecto Brockamnn.

Consultado sobre qué hacer si una persona despierta a mitad de la noche, Brockamnn señaló que “lo más importante es conservar la calma”.

“Existen varias técnicas de sicoterapia conductual que uno puede hacer: meditación, levantarse de la cama, pero tratar de no hacer esa tortura de darse vueltas y vueltas en la cama pensando en que uno no se va a quedar dormido”, dijo.

“Ese es un círculo vicioso que finalmente estresa más a la persona y lleva a que no duerma”, finalizó.

En la misma línea que Brockamnn, Evelyn Benavides, neuróloga del programa de medicina del sueño de Clínica Universidad de los Andes, entregó siete recomendaciones para poder dormir bien y lograr un verdadero descanso.

1. Horarios

Mantener un mismo horario para levantarse y acostarse, incluso los fines de semana. Así el cuerpo se acostumbra a una rutina, lo que hace más fácil conciliar el sueño y conseguir un sueño profundo. También se recomienda comer a la misma hora en la noche, un par de horas antes de acostarse, para que la digestión no dificulte el dormir.

2. Cuidado con las siestas

Evitar las siestas. Si bien muchas personas necesitan esta pausa a mediodía, para quienes tienen problemas para dormir de noche no se recomiendan, ni siquiera una siesta corta.

3. Preparación

Prepararse para dormir. Al igual que con los niños, establecer una rutina para dormir puede resultar eficaz. Esto implica disminuir la actividad, realizar cosas que sean relajantes como leer y evitar la exposición a elementos que afecten el sueño, como luces o sonidos fuertes.

4. Chao celular

No usar pantallas antes de dormir, ya que emiten una luz que afecta la melatonina, inductor del sueño. Asimismo, si se despierta a medianoche, no hay que revisar el teléfono celular. Se aconseja también no tener televisor en la pieza ni usar el computador en la cama.

5. Bebidas

Evitar el consumo de comidas abundantes, pesadas o picantes en las noches, de cafeína en las tardes, de alcohol y tabaco. Todo esto, puede alterar el buen dormir.

6. Espacio

La temperatura de la pieza debe ser agradable, no tener ruidos externos ni mucha luz. Además, la cama tiene que ser cómoda y con almohadas adecuadas.

7. Actividad

Mantenerse activo durante el día, ya que la realización de actividad física es beneficiosa para la salud general y facilita la necesidad de dormir en la noche. Eso sí, el ideal es hacerlo varias horas antes de acostarse, ya que puede tener el efecto contrario.