La mente humana es una de las cosas más misteriosas que pueden existir. Es imposible predecir cómo una persona reaccionará a cierto hecho o cómo algo puede realmente afectar la vida de otra.

Por ello nadie nunca vio venir cómo el quiebre de su matrimonio cambiaría para siempre los días de Dee Dee Blanchard, una mujer nacida en Chackbay, Louisiana, Estados Unidos, dedicada por completo al cuidado de su hija Gypsy.

La mujer que había sido reina de belleza en el pasado, quedó embarazada a los 24 años junto a Rod Blanchard, un adolescente de entonces 17 años.

Se casaron en 1991 pero se separaron al poco tiempo debido a problemas de convivencia. Pese a que ella quería retomar la relación, él se negó, por lo que la mujer se llevó a la bebé a vivir junto a su familia.

Según comentó Rod al noticiero del canal ABC, Gypsy nació como una niña sana y “perfecta”, sin ningún problema de salud, por ello le causó tanta extrañeza cuando Dee Dee comenzó a llevarla al hospital frecuentemente convencida de que padecía apnea del sueño y que necesitaba un monitor para controlar su respiración en la noche.

“Hasta el día de hoy no sé si eso era real o no. Las cosas escalaron desde ahí. Dee Dee comenzó a decir que la niña tenía problemas con su ojos, su audición, su sistema digestivo”, recordó el hombre en el documental de HBO, Mommy Dead and Dearest.

ABC
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Pese a que los exámenes demostraban que la pequeña estaba sana, la mujer insistía a los médicos que conocía a su hija y que sabía que algo estaba mal con ella. Cuando Rod comenzó a preguntar qué estaba pasando, Dee Dee convenció a su exesposo que Gypsy tenía un desorden cromosómico que provocaba todos los problemas de salud.

A partir de ese momento, cada pequeño padecimiento, cada pequeña herida que sufría la niña era maximizado por su madre, llevándola a urgencia cada vez con mayor frecuencia.

Cuando Gypsy cumplió siete años, la mujer ya le había hecho creer a todos que la niña tenía asma, epilepsia, leucemia, problemas al corazón y los pulmones, distrofia muscular e incluso cuadriplejia, condenándola a una vida postrada en una silla de ruedas.

Su padre, en tanto, volvió a casarse y a pesar que quería mantener una relación con su hija, Dee Dee dificultaba que la viera y las pocas veces que lo hacía, ella debía estar presente. “Algo no se sentía bien sobre eso. Dee Dee era muy controladora”, afirmó Rod.

Para engañar a los médicos, la mujer inducía los síntomas en la niña a través de fuertes medicamentos que obligaba a su hija a tomar.

ABC
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Debido a esto, Gypsy comenzó a ser operada por los médicos frecuentemente y pasó toda su infancia de procedimiento en procedimiento, siendo el más violento de ellos una intervención para ponerle una sonda gástrica.

La mujer también obligó a Gypsy a comportarse como si fuera más pequeña de lo que en realidad era, para hacer creer al mundo que también tenía un déficit intelectual, llegando al punto en que la niña ya no sabía qué edad tenía.

“Dee Dee me dijo que tenía una discapacidad menor, que estaba como cinco años más atrás (de la edad que tenía). Cuando tenía 15 años (…) ella me decía que mentalmente Gypsy tenía como 9 o 10 años”, comentó Rod.

  Gypsy Blanchard

Gypsy Blanchard

¿Por qué?

Todo el comportamiento de Dee Dee, sin embargo, tenía una explicación. La mujer sufría del Síndrome de Münchhausen por poder (MSBP), una enfermedad mental y una forma de maltrato, donde el cuidador comienza a inventar y provocar falsos síntomas a un niño o paciente, para que este parezca enfermo.

El objetivo de sus acciones es encontrar la atención que creen requerir debido a que no están conformes con sus vidas. En muchas ocasiones, la compasión de la gente se traduce en ganancias monetarias, que les es difícil dejar. Y eso fue lo que también pasó con Dee Dee y Gypsy.

El caso de madre e hijo conmocionó a todo su pueblo, y se convirtieron en unas especies de celebridades, a quienes había que ayudar debido a los altos costos de sus tratamiento. En ese tiempo vivían en una casa prestada por el Gobierno y sus cuentas eran pagadas por una pensión de asistencia pública y el dinero enviado por el padre de la niña.

Gypsy, además, se ganó el corazón de todos gracias a su amorosa personalidad. Amaba los vestidos de princesa, las pelucas y hablaba como una niña de cinco años, según su madre porque había sufrido una lesión cerebral.

Yahoo
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Organizaciones como Make a Wish llevaron a la niña a conocer Disney, estrellas de cine y la música las visitaron e incluso la cantante de country Miranda Lambert les hizo una generosa donación de 2500 dólares para su cuidado.

Una nueva vida

En 2005 el huracán Katrina que devastó parte de Estados Unidos, sirvió como perfecta excusa para continuar su engaño. Debido a que su hogar resultó destruido por las inundaciones, fueron trasladadas en varias ocasiones hasta llegar a Springfield, Missouri.

Allí una ONG les construyó una pequeña casa pintada de rosado, con una rampa para sillas de ruedas y un jacuzzi. Los vecinos también cayeron rendidos a sus pies, especialmente luego que Dee Dee les dijera que el padre de Gypsy no las apoyaba económicamente y que además era un hombre adicto y violento.

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A medida que Gypsy crecía se le hacía más difícil a Dee Dee poder controlarla, por lo cual acudía a la violencia física. En público, en tanto, cuando quería que dijera algo, la tomaba de la mano o la muñeca y la apretaba hasta que respondiera correctamente.

Cuando Gypsy llegó a la adolescencia, comenzó a sentir interés por el sexo opuesto. Fue así como, durante la noche, cuando su madre dormía, entraba a internet para buscar pareja en un sitio cristiano de citas.

Allí conoció a Nicholas Godejohn, un joven de Wisconsin con antecedentes de autismo y desorden de identidad disociativo, también conocido como desorden de personalidad múltiple.

Myspace
Myspace

La ya adolescente creyó haber encontrado al amor de su vida y al príncipe azul que la rescataría de su madre. Ambos entablaron una relación y Gypsy confesó a su única amiga, Aleah Woodmansee, que se casaría con él y que incluso ya habían elegido el nombre de sus hijos.

A través de internet no sólo chateaban sino que también tenían videollamadas subidas de tono y con elementos de sadomasoquismo, los que llamaban más la atención de ella que de él. La joven también se enteró de las personalidades múltiples de su novio, y creó un personaje para cada una de ellas.

Gypsy Rose
Gypsy Rose

Un año después de conocerse crearon un plan para verse en persona. El joven se toparía con Gypsy y su madre en el cine, y trataría de agradarle. La pareja logró su objetivo y ella se las arregló para llevar a su novio al baño, donde tuvieron relaciones sexuales por primera vez.

Tras aquel encuentro siguieron su relación online y comenzaron a trabajar en un nuevo plan, esta vez para liberar definitivamente a Gypsy: matar a Dee Dee.

El fin

La noche del 4 de junio de 2015, Gypsy dejó que su novio entrara en la casa y le entregó una cinta adhesiva ancha, guantes y un cuchillo. Dee Dee estaba dormida cuando el hombre ingresó a su habitación y la acuchilló varias veces.

Tras el asesinato, Godejohn fue a buscar a Gypsy, quien estaba escondida en el baño, y nuevamente mantuvieron relaciones. Luego tomaron el dinero que la mujer había ahorrado y se fueron a esconder a un motel alejado de la ciudad, para posteriormente irse a Wisconsin.

Días después Gypsy posteó en el Facebook de Dee Dee un perturbador mensaje para que la policía encontrara el cuerpo de su madre: “La perra está muerta”. Luego agregó otro asegurando que había matado a la mujer y violado a su hija.

Facebook
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El post encendió las alarmas y la policía llegó al hogar de Dee Dee, donde encontraron su cuerpo, pero no había rastro de Gypsy, quien se creía que tenía 19 años en ese momento. La primera hipótesis era que había sido secuestrada, pero esta pronto perdió fuerza.

Para la policía no fue difícil dar con los autores del mensaje. Así fue como descubrieron que Gypsy no estaba enferma y que en realidad era la novia del asesino de su madre.

Ambos fueron detenidos, pero la joven que en realidad tenía 23 años, negó estar involucrada en la muerte de la mujer, aunque después reconoció su participación. Fue condenada a 10 años de prisión por homicidio en segundo grado, mientras que su novio enfrenta cadena perpetua… pero aseguró que sigue amándola.

“Siento que estoy más libre en la cárcel que viviendo con mi madre. Porque ahora, se me permite simplemente vivir como una mujer normal”, señaló Gypsy el año pasado desde la cárcel.

Gypsy y Nick en 2018
Gypsy y Nick en 2018

La historia de Dee Dee y Gypsy ha llegado a la pantalla chica en más de una ocasión, y en los próximos meses volverá con el estreno de The Act, una serie de plataforma de streaming Hulu, protagonizada por Patricia Arquette y Joey King.