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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Sudamérica se encuentra en alerta por la presencia del peligroso picudo rojo, un insecto originario de Asia que ataca a las palmeras depositando larvas que las destruyen. Uruguay es el país más afectado hasta el momento, con ocho departamentos infestados, mientras que Brasil y Argentina están en alerta.

Sudamérica se vería afectados por la acción de un insecto conocido como el ‘picudo rojo’, el cual es sumamente nocivo para especies arboreas, sobre todo en palmeras. Hasta ahora el más ‘castigado’ es Uruguay, mientras que Argentina y Brasil están con alertas.

Por otro lado, y por ahora, Chile se encentra fuera de peligro.

“En América del Sur no hay ningún (otro) país que haya registrado la presencia de picudo rojo. Brasil y Argentina están con todas las alertas”, dice a la agencia AFP Carola Negrone, agrónoma en gestión ambiental del gobierno del departamento de Canelones, que rodea a la capital.

Negrone fue quien detectó al insecto (Rhynchophorus ferrugineus) en 2022 en Canelones. Originario de Asia, con hasta 5 centímetros y rojizo, el gorgojo deposita huevos que se convierten en larvas que atacan a las palmeras.

A diferencia de otras plagas son gregarios, lo que los hace más peligrosos. “Estamos en una situación incontrolable, la plaga se ha expandido mucho, ya está en ocho departamentos” del país, afirma Gastón Colominas, también agrónomo y productor de palmeras.

Amenaza del ‘Picudo Rojo’

La temperatura es clave para el ritmo de proliferación de la plaga, más activa por encima de los 15ºC. “Está comprobado científicamente” que el aumento de las temperaturas “favorece a que las plagas exóticas como esta y como otras más proliferen”, apunta Negrone.

El avance de la plaga es evidente en lugares emblemáticos como la Rambla de Montevideo, extensa costanera que bordea la costa del Río de la Plata, donde varias palmeras cambiaron el verde de sus copas por un marrón que anticipa su muerte.

El picudo rojo ataca con gran voracidad a las Phoenix canariensis, una especie originaria de Canarias, pero también dio muestras de que puede afectar ejemplares nativos como las butiáceas y pindó, alerta Negrone.