La Corte Suprema de Estados Unidos revisó la impugnación de una mujer que, en 2004, había sido condenada a pena de muerte por el asesinato de su esposo. El caso apunta a Brenda Andrew, la única persona de sexo femenino sentenciada con la pena capital en Oklahoma.
Los abogados presentaron la moción ante el máximo tribunal norteamericano, apuntando sus dardos contra los persecutores y las pruebas que, en ese entonces, usaron para lograr el fallo.
Según CNN, Andrew habría matado con varios disparos a su pareja, en 2001. El proceso judicial tomó varios años.
En este caso su defensa sostiene que, en aquel juicio, los ‘acusadores’ se refirieron a ella como “prostituta”, señalando en varias ocasiones su vida sexual, además de presentar su ropa interior como prueba.
“El estado invitó al jurado a declarar culpable y condenar a muerte a la señora Andrew porque era una ‘hoochie’ (persona promiscua), era una mala madre y esposa, no lloraba en público y no respetaba los estereotipos femeninos”, indicaron sus representantes.
Caso de Brenda Andrew
Por lo anterior, la Corte Suprema determinó devolver el caso a un tribunal de apelación, con el objetivo de revisar cuál fue la utilización de las evidencias del caso.
La ficha del proceso indica que Brenda cometió el delito junto a un hombre llamado James Pavatt. Ambos habrían dado dos tiros en el pecho a Robert Andrew, quien era su cónyuge.
Posteriormente los dos habrían huido a México, regresando a Estados Unidos tras dos años. Fue en ese periplo que se les detuvo.
Hasta el momento sólo Pavatt ha reconocido el crimen, mientras que la mujer sostuvo que no atacó a Robert en ese momento de tensión.
Sin embargo, la Fiscalía la acusó de haber sido la autora intelectual del delito, además de haber conspirado en contra del hombre. De esta forma, lograron la condena a pena de muerte.
Por ahora, no hay fecha determinada para que se revise el juicio de Brenda, quien ha evitado la ejecución en varias ocasiones.