Un solo chip de tortilla pudo haber causado la muerte de un joven de 14 años en EEUU, el cual sufrió fuertes dolores de estómado y perdió el conocimiento tras consumirlo. Ahora, padres y médicos llaman a la precaución sobre estos productos.

Aunque las comidas picantes tienen una larga data, los últimos años han visto al mercado invadido por snacks que compiten entre sí por ofrecer la experiencia más incendiaria para tu boca.

Y quizá ya alcanzamos el punto en que esta tendencia comience a acarrear consecuencias, tras conocer que en Massachusetts, Estados Unidos, un chico de 14 años murió tras comer un solo chip que se vendía como uno de los “más picantes del mundo”.

Harris Wolobah había comprado este miércoles un Paqui One Chip Challenge, el cual trae un solo chip de tortilla dentro del envase con la premisa de ser sazonado con dos de los chiles (ajíes) más fuertes del mundo: el Naga Viper y el Carolina Reaper. Este último, una cruza de chile habanero americano con un Naga Bhut Jolokia bangladés, es considerado el ají más picante en existencia, alcanzando 2.220.000 de unidades de Scoville.

(Considera que ya el ají jalapeño tiene sólo 3.500 unidades de Scoville).

El chip de Paqui, promocionado con calaveras, serpientes, ataúdes y otros signos que dan cuenta de su intensidad, desafía a los consumidores a comerlo entero y “esperar todo lo que se pueda antes de tomar agua o comer cualquier otra cosa”, para luego subir las reacciones a redes sociales.

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En el caso de Wolobah, su madre contó que la llamaron al día siguiente del colegio para que pasara por su hijo, pues se encontraba enfermo. La mujer indica que lo encontró agarrándose el estómago de dolor, por lo que lo llevó a casa. Dos horas después perdió el conocimiento y lo llevaron al hospital, donde falleció.

Y si bien se debe esperar los resultados de la autopsia para saber qué mató al adolescente, su madre ve un vínculo claro con el consumo del chip, considerando que su hijo no presentaba enfermedades previas.

“Sólo quiero advertir a los padres que estos productos no son seguros. Deben ser retirados completamente del mercado”, indicó Lois Wolobah al New York Times.

Harris Wolobah
Harris Wolobah | Redes Sociales

“Era sólo para adultos”

Tras el incidente, la fabricante del chip Paqui, Amplify Snack Brands, una subsidiaria de la chocolatera Hershey, anunció que dio orden de retirar las existencias del producto que continuaban en venta.

A través de un comunicado en su página web, la empresa indicó que la tortilla estaba orientada a adultos y destacaba prominentemente en su envase que no debía ser consumida por niños, un punto al menos debatible considerando que son adolescentes los más proclives a realizar retos de redes sociales.

También advierten que no debía ser consumido por personas con alergias alimentarias, sensibles a las comidas picantes, embarazadas o que tengan condiciones médicas previas.

“Hemos comprobado que tanto adolescentes como otros individuos no respetan estas advertencias. Por ello y aunque nuestro producto ha mantenido sus estándares de seguridad alimentaria, como una muestra de precaución estamos trabajando activamente con nuestros socios para retirarlo del mercado”, informan.

Lo preocupante es que según informa el medio científico ArsTechnica, ya son varios los casos de personas que han terminado en urgencias por el consumo de estos ajíes ultra picantes, los que en muchos casos son hibridaciones de ajíes existentes, creados con la finalidad de superar el récord de “picor”.

Estos chiles tienen una consecuencia directa sobre el sistema cardiovascular de las personas, provocando en algunos casos lo que se denomina un síndrome vasoconstrictor cerebral reversible (RCVS en inglés), provocando un aumento notable de la presión arterial y espamos en las arterias del cerebro.

Su consumo también puede ligarse a problemas cardíacos, incluyendo infartos.

“Puede que estos ajís ultrapicantes contengan una sustancia vasoactiva no determinada, o capsaicina (principal compuesto picante del ají) en una concentración tal que puede gatillar eventos de RCVS. Necesitamos más investigación respecto de estos fenómenos, aunque desde ya son evidencia de que el consumo de chiles picantes puede acarrear serias consecuencias y que requieren más estudios para establecer su seguridad”, indicó una junta médica de Mississippi que en 2020 atendió a un joven de 15 años, el cual requirió seis días de hospitalización para recuperarse de los efectos de uno de ellos.