Debido al peligro de derrumbe por la explotación minera, se mudará “edificación por edificación, muro a muro” la urbe.

La ciudad sueca de Kiruna, fundada hace aproximadamente 125 años, se está hundiendo lentamente debido a la explotación minera y es por ello que las autoridades locales organizaron un plan para desalojarla gradualmente y mudar hasta el último edificio. Esta historia sirvió de inspiración para el nuevo éxito de Netflix “El abismo de Kiruna”, estrenada en la plataforma el 16 de febrero.

El film gira en torno a Frigga (Tuva Novotny), responsable de la mayor mina del mundo, Kiirunavaara, ubicada al norte de Suecia. Con el comienzo del hundimiento de la ciudad y los problemas que afectan a la mina, la protagonista se enfrentará a un dilema entre su familia y su trabajo como jefa de seguridad en el yacimiento.

La película se estrenó en los cines de Suecia el 15 de noviembre de 2023 y llegó a Netflix para todo el mundo el pasado viernes 16 de febrero. Durante 103 minutos, la trama aborda temas como la explotación minera, los impactos ambientales y las consecuencias sociales de la actividad industrial en una comunidad.

La verdadera historia de “El abismo de Kiruna”, la ciudad que se hunde

Suecia es el mayor productor de hierro de Europa, abasteciendo el 90% del mercado. Kiruna es la ciudad que extrae la mayor parte de este mineral dentro del país, contando con la mayor y más avanzada mina subterránea del mundo. Sin embargo, las perforaciones provocaron distintos problemas en la ciudad ubicada a 160 kilómetros del Círculo Polar Ártico.

Las grietas provocadas por la mina subterránea socavaron el suelo de la zona residencial del pueblo, por lo que se comenzaron por debilitar estructuras, generando hundimientos en el centro metropolitano de la ciudad y atemorizando a los vecinos por el peligro de derrumbe.

A su vez, la empresa minera LKAB informó que en las proximidades de Kiruna se identificó lo que podría ser la mayor reserva de tierras raras de Europa. Este territorio alojaría unos “585 millones de toneladas de mineral, con al menos un millón de toneladas de óxidos de praseodimio o neodimio”, según se dio a conocer en varias notas periodísticas.

Las tierras raras, como se les conoce, son componentes fundamentales en la fabricación de dispositivos electrónicos, electrodomésticos, nanotecnología, sistemas de iluminación, pantallas de cristal líquido y dispositivos móviles, entre otros productos. Según informes, yacimientos de tierras raras se identificaron en varios países europeos, principalmente en las naciones escandinavas.

Según Ebba Busch, ministra sueca de Energía, Comercio e Industria, la explotación minera de estas tierras podría no comenzar hasta dentro de 10 o 15 años, pero tendría el potencial de impulsar la electrificación y la autosuficiencia tanto de la Unión Europea como de China. Actualmente, muchos países europeos dependen en gran medida de China y Rusia para obtener materiales de tierras raras.

La mudanza “edificio por edificio” de Kiruna

Debido al potencial que se encuentra bajo los pies de Kiruna, las autoridades decidieron comenzar un megaproyecto para mudar a la población y a las edificaciones a tres kilómetros de donde se encuentra, permitiendo que las extracciones puedan avanzar por la localidad sin significar un riesgo para los habitantes.

Si bien se considera que en los próximos años no comenzará la extracción, el proceso de reubicación se intentará llevar a cabo de manera escalonada, con la intención de evitar apuros innecesarios. Asimismo, los responsables aseguran que la mudanza se realizará de manera meticulosa, con el objetivo de minimizar cualquier impacto negativo.

La iglesia de Kiruna.
Rita Willaert | Picryl

Además, tendrá algunas características singulares. En lugar de construir nuevas viviendas, se trasladará “edificación por edificación, muro a muro”, según explicaron los funcionarios. El traslado parte por parte incluirá construcciones como la iglesia luterana local, erigida en 1912 y declarada monumento histórico, pero también las casas particulares.

Los habitantes de Kiruna, que actualmente suman alrededor de 23.000, recibieron de manera positiva esta decisión. Pero reclamaron que la nueva ciudad incluya más áreas peatonales y espacios verdes. Se espera que la futura ciudad, que abarcará aproximadamente 450.000 metros cuadrados, esté completamente funcional para el año 2035.