Todos los años, miles de trabajadores y trabajadoras reciben en esta fechas un aguinaldo navideño para celebrar las fiestas de fin de año. Este beneficio no está legalizado en Chile, pero se ha instaurado como una tradición en el mundo laboral. En sus inicios, el concepto del aguinaldo era bastante diferente al que se conoce actualmente.

Con la llegada de fin de año, los gastos en comida, regalos y otros asuntos aumenta considerablemente. Por ello, como es tradición, en la mayoría de los empleos se entrega al trabajador un aguinaldo, una especie de bono extra a la remuneración mensual.

En Chile, generalmente, este aporte monetario se entrega dos veces en el año: uno para las festividades de diciembre y otro en septiembre, para Fiestas Patrias. En algunos casos, las empresas sustituyen este beneficio económico por gift cards o cajas navideñas con alimentos.

Pese a que es un monto de dinero para celebrar las fiestas, no todos conocen su origen y real significado. En palabras simples, “aguinaldo” significa “dar fuerza”, hay que aguantar. La costumbre de recibirlo viene de la época de los romanos y se vincula a la diosa Strenua o Strenia, Diosa de la fortaleza y la resistencia.

Se cree que el aguinaldo nació en Roma y fue una práctica ligada a la naturaleza. Según la tradición, el rey Tito Tacio acostumbraba ir cada 1 de enero al bosque sagrado de la diosa Strenua (o Strenia) para recoger flores de verbena, que se consideraba traía felicidad.

Strenua no solo le daría fuerza al monarca, sino también salud y energías para el año que estaba por comenzar.

De Strenua deriva etimológicamente nuestra palabra “estreno” y le debemos a la diosa la costumbre de estrenar algo “nuevo” (valga la redundancia) el primer día del año.

Aguinaldo, de pobres a ricos

La sencillez del “aguinaldo ecológico” se fue perdiendo y los regalos fueron cambiando primero a intercambio de comida y luego a dípticos (una agenda de dos hojas) y piezas de oro, plata, bronce, cuando no muebles pomposos.

Los campesinos cristianos, por ejemplo, cada 31 de diciembre, armaban delante de sus casas generosas mesas de fin de año con todos los alimentos que podían ofrecer, para que los que pasaban se sirvieran.

El aguinaldo, inmediatamente después, derivó en el regalo de los pobres a los ricos, para que siguieran protegiéndolos, con lo cual, a fin de año, eran más pobres aún.

Fueron los Padres de la Iglesia los primeros en comentar que esta práctica clientelista y de origen pagano era un poco extraña cuando se la vinculaba al espíritu sacro que la Navidad y el Fin de Año tiene para la cristiandad.

Pero como no hay más sordo que quien no quiere oír, la práctica dadivosa no solo continuó, sino que se expandió a la celebración de los bautismos con “aguinaldos bautismales”, pero eso sí, los regalos ya no eran unidireccionales sino cruzados entre curas, padrinos y la familia de los cristianos flamantes.

En el siglo XVI ya era vox populi en toda Europa intercambiar regalos para Navidad y Fin de Año, a tal punto que en Francia se los llamaba “étrennes”, el término con el que aún hoy se designa el aguinaldo de fin de año.

El tiempo los fue amalgamando con la propina, que es otra cosa, hasta que en 1793, Luis XIV, el monarca absoluto que creía que el mundo se reducía a Versalles, sin tener idea de lo que sufría la gente, prohibió los aguinaldos.

Aguinaldos en Chile

En Chile, la práctica de entregar aguinaldos se instauró por medio de la tradición, ya que no existe ley que lo posicione como una obligación por parte del empleador. No obstante, es legal que todos los años se entregue a trabajadores del sector privado.

Como se mencionó anteriormente, durante el año se entregan un aguinaldo en septiembre, enfocado en las Fiestas Patrias, y otro en diciembre, para celebrar Navidad y Año Nuevo. Pese a su carácter voluntario, el monto en el sector privado depende netamente del empleador.

En el caso de los trabajadores del sector público, está establecido por ley el monto que reciben en estas fechas junto a su remuneración mensual. La cifra puede variar de acuerdo a las funciones que desempeña el trabajador contratado.

Este beneficio económico también se extiende a los pensionados del país y está establecido por de forma legal. De acuerdo con el Instituto de Previsión Social (IPS), los pensionados que reciben su pago por medio de esta entidad, adquieren, sin postular, un aporte de $ 25 mil como aguinaldo en diciembre.