Una conmovedora historia dio a conocer el canal local de Texas (Estados Unidos) KXAN-TV sobre un perro abandonado que vive en un refugio… y que “roba” ropa y objetos de los voluntarios.

Se trata de Kevin, un canino de cuatro años que fue dado en adopción al Centro de Animales de Austin hace cinco meses, luego que su dueño asegurara que ya no podía hacerse cargo de él.

El can llegó al lugar que no tenía perreras disponibles, motivo por el que los cuidadores le hicieron un espacio en las oficinas. Ahí encontró un sitio bajo un escritorio, en donde le instalaron una cama, platos y algunos juguetes.

Sin embargo, estos objetos no fueron suficientes para Kevin. Con el paso de los días, en ese mismo lugar empezaron a “aparecer” objetos perdidos de los cuidadores como ropa, mantas y hasta un bolso, los que usa para acurrucarse.

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“Cada vez que me toca cuidar a los perros, voy ahí y me doy cuenta que su pila de cosas es cada vez más grande”, dijo Caitlyn Kretsinger, una trabajadora del centro, al citado medio.

“Un compañero salió brevemente de su oficina para atender un llamado telefónico y cuando volvió su suéter no estaba: se lo había sacado Kevin y estaba durmiendo con él”, contó.

Los cuidadores del refugio han observado al perrito con atención y se percataron que suele quedarse con alguna prenda de cada persona que lo trata bien. Según la gerente de comunicaciones del lugar, Jennifer Olohan, estos “robos” los haría para palear la ausencia de las personas que conoce.

“Creo que está haciendo todo lo posible por mantener esa presencia tomando nuestras cosas. Lo hace sentir más cerca de nosotros”, dijo. “Es algo dulce y conmovedor, incluso si eres la persona que ha perdido su camisa”, agregó.

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Respecto a la situación de Kevin, que vive en una oficina en vez de un espacio diseñado para los perros, Olohan aclaró que no es el único: el centro animal de Austin ya lleva más de seis meses sobre su capacidad. “Casi todas las oficinas tienen perros”, señaló y aseguró que los perros medianos y grandes como Kevin, son a los que más les cuesta encontrar un hogar.

“Creo que en realidad está pidiendo ayuda, cuando ‘roba’ cosas. Busca a alguien que se lo lleve a una casa”, aseguró.

Por ahora, Kevin, que tiene una actitud muy cariñosa y es muy sociable con personas y otros animales, continúa construyendo su nido de calor, hasta que al fin alguien quiera entregarle todo el cariño que necesita.

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