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Seguramente te ha pasado: quieres calentar tu comida en el microondas y, casi por reflejo, presionas el botón que activa la función automática (esa que lo pone a máxima potencia durante 30 segundos). No obstante, al sacarla, te das cuenta de que está extremadamente caliente o sobrecalentada en algunas partes y aún fría en otras.

Lo cierto es que, a pesar de ser uno de los electrodomésticos más utilizados, el microondas a menudo genera dudas sobre su uso, especialmente en torno al manejo adecuado de la potencia, que depende mucho del tipo de alimento que se quiera calentar.

A continuación, puedes revisar los principales puntos a tener en cuenta al usar este aparato, qué significa cada nivel de potencia y qué tipos de alimentos calentar en cada uno.

¿Qué significa la potencia del microondas?

Lo primero que debes saber es que la potencia de los microondas se mide en vatios (W), y suele variar dependiendo de cada aparato. En ese sentido, hay algunos que, a veces, calientan más que otros, aunque ambos se usen en el máximo de potencia.

En general, la mayoría de los microondas permiten ajustar la potencia en niveles que van del 1 al 10 o del 10% al 100%, dependiendo del modelo. Cada nivel representa un porcentaje de la potencia máxima del aparato. Por ejemplo, usar el nivel 7 equivale a calentar con un 70% de la capacidad total del microondas.

A veces, es más efectivo calentar un alimento a menor potencia durante más tiempo, en lugar de usar la máxima capacidad por unos pocos segundos. Del mismo modo, puede ser útil calentar en intervalos cortos de potencia media, especialmente si es la primera vez que preparas ese tipo de comida, para revolver o ir revisando gradualmente qué tan caliente va quedando y evitar que se sobrecaliente o se cocine de forma dispareja.

¿Cómo usar estratégicamente la potencia del microondas?

De acuerdo con el Según el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria de Estados Unidos, los alimentos que es mejor cocinar a alta potencia “son básicamente alimentos tiernos y aquellos con un alto contenido de humedad, como carne molida, aves, verduras y frutas”.

Otros, como el queso y la carne sólida, “pueden endurecerse cuando se calientan en el microondas a temperatura alta”. Es mejor cocinarlos a una potencia más baja o media. Esto permite que el calor llegue al centro sin calentar demasiado las áreas exteriores.

La siguiente tabla es una referencia de cómo usar la potencia dependiendo del tipo de alimentos. No obstante, es solo una guía, ya que siempre es mejor leer el manual de instrucciones de tu microondas para tener en cuenta las recomendaciones del fabricante.

90 a 100% (potencia máxima): calentar líquidos, carne molida, vegetales, entre otros. Si utilizas esta opción, monitorea tu comida cada cierto tiempo vigilando que no se sobrecaliente.

70 a 80%: ideal para calentar platos ya preparados como pastas, arroz, guisos, etc.

50 a 60%: por ejemplo, para derretir alimentos como mantequilla o chocolate sin que se queme o queden duros, como el queso. También, si tu comida estaba muy fría y quieres calentarla lentamente para que sea más parejo.

30 a 40%: descongelar alimentos evitando que se cocinen y ayudando a conservar mejor su textura. Aunque si tu microondas tiene una función de descongelar, mejor opta por esa.

10 a 20%: puedes usarla para mantener la comida caliente sin seguir cocinándola. También puede ser una opción para fermentar masas, por ejemplo, en recetas de pan o repostería, aunque en este caso te recomendamos consultar con el manual de tu propio microondas.

Aprender a usar la potencia de tu microondas también es un proceso de ensayo y error. A medida que vayas probando los diferentes niveles de potencia y cantidad de tiempo, serás capaz de identificar cuáles funcionan mejor para cada alimento. Lo importante es tener siempre en cuenta las medidas de seguridad.

Otras recomendaciones al usar tu microondas

De acuerdo con el Sernac, es fundamental tener en cuenta lo siguiente:

— No encender el microondas si este se encuentra vacío.
— No introducir elementos hechos de metal o con pintura metálica (dorada o plateada).
— Si vas a calentar un huevo o una papa cocida en el microonda, pártela primero. Esto, ya que muchas veces la presión que se genera puede provocar una explosión.
— Asegúrate de utilizar solo recipientes aptos para microondas. En la mayoría de los casos esto debería estar indicado en su superficie.
— Si calentaste o herviste algún líquido, abre la puerta despacio, ya que esta puede salpicar, provocando quemaduras.
— No ocupar sustancias abrasivas para limpiar el microondas.
— Quitar los envoltorios de los alimentos antes de calentarlos, como bandejas de plumavit o coberturas plásticas.
— Coloca los alimentos a un costado del plato y no en medio, para que el calor se reparta de forma más pareja a medida que vaya girando.
— También se recomienda utilizar tapas especialmente diseñadas para microondas para evitar salpicones y que el calor se concentre mejor.