En San Valentín hay regalos que pueden ser interpretados como críticos o insensibles hacia la apariencia o las responsabilidades del hogar de la pareja. Aquí te dejamos la guía definitiva de lo que no debes regalar este 14 de febrero.

Con San Valentín, 14 de febrero a la vuelta de la esquina, la presión de encontrar alguno de los regalos perfectos puede llevar a decisiones desafortunadas.

Porque esta fecha es el momento perfecto para demostrar amor y aprecio a esa persona especial en tu vida. Sin embargo, en el intento de ser original, a veces podemos errar en la elección del regalo.

A continuación, te presentamos una lista de 10 regalos que deberías evitar este 14 de feberero para no arruinar este día de los enamorados y que recibas de vuelta un reclamo en vez de un abrazo.

1. Una pesa (balanza): el top de los regalos menos deseados en San Valentín

Regalar una pesa sugiere insatisfacción con el físico de tu pareja, convirtiendo un gesto bienintencionado en un mensaje hiriente. Opta por algo que celebre el amor, no que lo ponga a dieta.

Estos son los regalos que no debes hacer en San Valentín

2. Electrodomésticos para el hogar

Aunque prácticos, regalos como tostadoras o freidoras de aire carecen de la personalización y el romanticismo esperados en San Valentín. Elige algo que haga sentir especial a tu pareja, no que le recuerde las tareas domésticas.

3. Depiladoras de nariz o máquinas para depilar

Estos regalos pueden ser interpretados como una crítica a la apariencia personal de tu pareja. Es mejor decantarse por regalos que no envíen mensajes equivocados sobre su imagen, sobre todo un día tan especial como este.

4. Espejos de aumento

Aunque puedan parecer útiles, pueden insinuar la necesidad de prestar más atención a imperfecciones. En un día centrado en el amor y la aceptación, evita regalos que puedan hacer sentir inseguro a tu ser querido en el 14 de febrero.

Un espejo de aumento no es un buen regalo en San Valentín
Karolina Grabowska | Pexels

5. Libros de Autoayuda

Aunque bienintencionados, pueden ser interpretados como una sugerencia de que tu pareja necesita cambiar, consigna El Mundo. Mejor elige literatura que ambos puedan disfrutar juntos, sin subtextos.

6. Tratamientos anticelulíticos

Regalar este tipo de tratamientos puede resultar ofensivo, sugiriendo insatisfacción con el cuerpo de tu pareja. Es preferible optar por regalos que celebren su belleza sin condiciones.

7. Mascotas

Aunque adorables, las mascotas son una responsabilidad a largo plazo que no debería decidirse impulsivamente. Considera regalos que no impliquen un compromiso de años.

8. Cajas de regalo genéricas

Pueden parecer una opción fácil, pero a menudo terminan sin usarse, transmitiendo un mensaje de falta de esfuerzo. Personaliza tu regalo para demostrar que realmente te importa.

9. Gift Cards

Aunque parezcan simpáticas y sean útiles, carecen de originalidad y pueden sentirse impersonales. Muy diferente será si sorprendes a tu pareja con experiencias significativas que puedan disfrutar juntos.

10. Camisetas a juego: un regalo peligroso en San Valentín

Aunque la idea pueda parecer divertida, a menudo resulta incómoda en la práctica. Evita regalos que puedan hacer sentir a tu pareja como parte de un espectáculo.

La complejidad de un regalo en San Valentín

La psicóloga Susan Pease, en su contribución a ‘Psychology Today’, reflexiona sobre la complejidad emocional y simbólica que subyace en el acto de regalar, especialmente dentro de las relaciones de pareja.

Pease destaca cómo los regalos pueden ser un reflejo del estado de una relación, señalando que un obsequio puede llevar consigo un significado mucho más profundo que su valor material o funcional. Por ejemplo, el regalo de un electrodoméstico como una aspiradora podría interpretarse como un signo de que el romanticismo ha declinado, mientras que la joyería suele ser vista como un acierto seguro.

Indica: “Los regalos representan mucho y pueden ser engañosos. Una aspiradora puede ser mucho más cara que un jersey y, sin embargo, si se trata de la prenda que esperábamos, el dinero da totalmente igual”. Esto se debe a que lo que realmente importa es el mensaje y la intención detrás del regalo, más allá de su costo o utilidad.

Pease advierte sobre el peligro de caer en la trampa de las expectativas no comunicadas, donde uno presupone que su pareja ‘debería saber’ lo que desea o necesita. La conclusión de Pease gira en torno a la importancia de valorar más el significado que se le asigna a los regalos y la comunicación abierta sobre las expectativas y deseos en una relación, consigna El Confidencial.

Sugiere que, ante la falta de acierto en los regalos, se debe dialogar para evitar malentendidos y resentimientos, fomentando así una comprensión más profunda y una apreciación mutua, independientemente del valor material de los obsequios.