Los efectos de la luz artificial y su contaminación son diversos, por eso, las autoridades publicaron una nueva norma que regula su uso en espacios públicos. Entérate cómo funciona.

Durante este martes 17 de octubre, el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), presentó la nueva norma lumínica, que, entre otras cosas, limita la intensidad y tiempo de funcionamiento de todas las pantallas publicitarias en Chile.

La regulación busca mitigar los efectos del exceso de iluminación artificial, en especial de la luz azul, la cual impacta negativamente en la salud de las personas y en la biodiversidad.

Pero, ¿cuáles son los efectos de la contaminación lumínica en la salud de las personas?

¿De qué se trata la nueva norma lumínica en Chile?

La nueva normativa lumínica comenzará a funcionar en todo el territorio nacional desde el 18 de octubre del 2024, o sea en un año más.

Vale mencionar que se trata de una regulación que actualiza la ya vigente en las regiones del norte, Antofagasta, Atacama y Coquimbo, la cual buscaba proteger sus cielos para el desarrollo de la actividad astronómica.

En concreto, establece mejoras para el alumbrado de exteriores como el de calles, plazas, industrias, estadios, y regula el funcionamiento de letreros publicitarios, los cuales deberán permanecer apagados entre la medianoche y las 07:00 horas.

¿Por qué se publica la norma?

Dado que la luz fría es la más nociva, la nueva norma lumínica impulsará la transición hacia el uso de la luz cálida, según la cartera de MA.

En ese sentido, regulará aspectos como la dirección de los focos y establecerá límites a la intensidad de la iluminación.

“La nueva norma lumínica, al establecer límites de intensidad, temperatura del color y horarios, permitirá hacer un uso racional, eficiente y sostenible de la iluminación artificial, destacó Daniela González, geógrafa y directora ejecutiva de Fundación Cielos de Chile.

Así, explicó que hará compatibles –a través del buen uso de la luz– el cuidado de las personas y el medio ambiente.

De igual modo, establece diferencias entre las luminarias instaladas en las áreas de protección especial, que corresponden a:

  • Áreas con valor científico y de investigación para la astronomía.
  • Áreas de protección para la biodiversidad.
  • Zonas de reproducción y comunas con mayor impacto en especies amenazadas por la contaminación lumínica, señaladas en el Plan de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies (Plan RECOGE).
  • Impacto de la contaminación lumínica en humanos y animales

    En el caso de los seres humanos, los principales efectos nocivos de la sobreexposición a iluminación artificial se relacionan con su impacto en los ciclos circadianos, los cuales regulan el funcionamiento de nuestro organismo en ciclos de 24 horas marcados por el día y la noche.

    “Cada vez hay más evidencia científica de los efectos que tiene la exposición a contaminación lumínica en las personas”, advierte Daniela González.

    “Existen numerosas investigaciones que demuestran su incidencia en patologías como obesidad, depresión, así como en cáncer de mama y cáncer de próstata”, añadió.

    El exceso de luz artificial también tiene un impacto negativo en la biodiversidad. Por ejemplo, la contaminación lumínica es la principal causa de mortalidad para los polluelos de las golondrinas de mar en las costas del norte de Chile.

    En sus vuelos entre los nidales en el desierto hacia el alta mar, las golondrinas se desorientan con las luces de las zonas urbanas y caen sin poder retomar el vuelo. Esto se debe a que confunden las luminarias con las estrellas, o bien con fuentes de alimentos.

    Los ecologistas también han estudiado el impacto de la contaminación lumínica en los polinizadores, los cuales cumplen un rol importantísimo en el cultivo de alimentos.

    Muchos de estos insectos están activos solo por la noche y se guían por la luz de las estrellas y la luna.

    Estudios muestran que el exceso de luz artificial está contribuyendo a una disminución significativa de los polinizadores al punto de que hablan de un “apocalipsis de los insectos”.

    “Diversas investigaciones evidencian que la contaminación lumínica reduce la biodiversidad debido a que altera los patrones de alimentación, reproducción y migración de algunas especies”, dice la geógrafa.

    Así, la nueva norma lumínica busca revertir estos impactos negativos en aquellos lugares estratégicos para los esfuerzos de conservación.