Las enfermedades cardíacas son unas de las más comunes alrededor del mundo. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la principal causa de muerte en todo el planeta y puede estar originada por múltiples factores: desde el tabaquismo a la diabetes pasando por la presión arterial alta y la obesidad, la contaminación del aire o patologías menos comunes, como la enfermedad de Chagas o la amiloidosis cardíaca.

Se estima que cerca de 520 millones de personas en el mundo padecen enfermedades cardiovasculares y se prevé un aumento de ellas en la pandemia, debido a la disminución de consultas médicas y asistencias a recintos hospitalarios por miedo a los contagios por coronavirus.

Sin embargo, para quienes se han contagiado, el coronavirus produce síntomas relacionados con el sistema cardiovascular como la alteración de la presión arterial, cambios abruptos del ritmo cardíaco, dolor torácico, fatigabilidad y cansancio entre otros.

La doctora María Arantzazu, cardióloga de Clínica Ciudad del Mar, sostiene que esto ha ocasionado un aumento importante en las “consultas de los pacientes que están afectados por la enfermedad como primer síntoma y a veces acompañando a otros que son propios del coronavirus, como los del área respiratoria”.

“En la fase de recuperación y convalecencia de la enfermedad ocasionada por el virus SARS-CoV-2 se han visto síntomas relacionados con taquicardia (alta frecuencia cardíaca) manifestada como palpitaciones y cansancio frente a actividades habituales y que puede llegar a durar hasta 6 meses”, agrega.

¿Cuáles son las principales patologías que pueden afectar al corazón?

Más allá del Covid-19, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial. El Dr. Rubén Lamich, médico jefe del Centro del Corazón de Clínica Santa María, explica que las más frecuentes son:

-Cardiopatía coronaria: Es la más común y sucede cuando se forma una placa de grasa en las arterias que no deja pasar suficiente sangre y oxígeno al corazón. Si la arteria se bloquea, se puede producir un ataque al miocardio, que es el músculo cardíaco encargado de impulsar la sangre a través de los vasos sanguíneos.

-Insuficiencia cardíaca: Ocurre cuando el miocardio se vuelve rígido o débil, impidiéndole bombear la cantidad adecuada de sangre oxigenada y nutrientes al resto de los órganos, generando síntomas en todo el cuerpo. Puede manifestarse a cualquier edad, aunque la probabilidad aumenta con los años.

-Arritmias: Problemas con la frecuencia o ritmo cardíaco causados por un mal funcionamiento del sistema eléctrico del corazón, palpitando demasiado rápido, muy lento o en forma irregular.

-Valvulopatías: Trastorno que afecta a las válvulas cardíacas, que son las estructuras del corazón encargadas de regular el paso de la sangre dentro de él, mediante su cierre y apertura perfectamente coordinados. Un latido cardíaco inusual, llamado soplo, es el síntoma más común.

Finalmente, el especialista de Clínica Santa María menciona las cardiopatías congénitas, presentes desde el nacimiento y que ocasionan problemas con la estructura y funcionamiento del corazón. Esto engloba trastornos cardíacos distintos como las arritmias, insuficiencia cardíaca, entre otros.

Pero sin duda, una de las afecciones que genera mayor preocupación por sus características, es el infarto agudo al miocardio, es decir, la muerte de una porción del músculo cardíaco, producida por la obstrucción de una o más arterias coronarias.

Sus dos principales síntomas de alerta son un dolor al pecho persistente (pueden pasar 15 minutos y no desaparece), además de falta de aire, con la sensación de no poder respirar de forma apropiada. Puede también estar acompañado de sudoración y náuseas.

Cuando esto sucede, es vital que el paciente acuda lo más pronto posible a un servicio de urgencia, donde deberá pasar de inmediato a una evaluación con el médico de turno para la realización de un electrocardiograma que detecte rápidamente si tiene algún problema cardíaco.

Dependiendo del resultado, se pueden realizar 3 tratamientos. “El más común es la angioplastía que se hace en el mismo momento del examen, donde componemos la arteria instalando un dispositivo que la repara por dentro. Si el paciente tiene muchas arterias dañadas, lo mejor es una cirugía a corazón abierto. Y si la arteria es muy fina y el infarto es pequeño, la opción es seguir un tratamiento con medicamentos orales”, explica el Dr. Luis Pérez, jefe del Centro de Cardiología de Clínica Biobío.

6 recomendaciones para mantener un corazón saludable

1) Alimentación saludable y equilibrada: Consumir preferiblemente alimentos frescos, si se opta por productos procesados, que sean bajos en grasas saturadas o hidrogenadas (trans) y azúcares o no los contengan. Incluir cinco porciones de fruta y verdura diarias, evitar o disminuir el alcohol.

2) Controlar el nivel de glucosa en sangre: Las enfermedades cardiovasculares son responsables del 80% de los fallecimientos en personas con diabetes, por ello, es importante controlar el nivel de azúcar en sangre.

3) Practicar deporte: Mantenerse físicamente activo ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiacas. Se recomienda un mínimo de 30 minutos de actividad física moderada cinco veces a la semana.

4) Controlar la presión arterial: Es posible que la hipertensión, uno de los factores de riesgo cardiovascular más frecuentes, inicialmente no produzca ninguna señal de alerta en quien la padece, lo que la hace más peligrosa. De ahí la importancia de controlar la presión arterial.

5) No fumar o abandonar el hábito tabáquico: A los dos años de dejar de fumar se reduce sustancialmente el riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria. En tanto, a los 15 años, el riesgo es similar al de una persona no fumadora.

6) Mantener los niveles de colesterol dentro de los límites aconsejados: Con esto se reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, evitando que se formen placas de ateroma en la pared de las arterias.