Tessa Hansen-Smith tiene 22 años y a través de su cuenta de Instagram comparte a sus seguidores su extraña afección: es alérgica al agua. Si la bebe, su lengua sufre extrañas cortaduras, e incluso, sus lágrimas irritan su piel.

También su saliva y sudor le provocan reacciones alérgicas y sólo puede bañarse dos veces al mes. Esta extraña condición se conoce como ‘urticaria acuagénica’, en la cual se desarrollan ronchas con picazón (ronchas) rápidamente después de que la piel entra en contacto con el agua, independiente de su temperatura. Es una de las formas de urticaria física, en la que las lesiones en la piel son consecuencia de estímulos o cambios físicos del medio ambiente.

Es más común en las mujeres y los síntomas a menudo comienzan en torno a la aparición de la pubertad. Ocurren generalmente durante el baño o ducha, baño de mar, sudor y contacto con la nieve derretida. La causa exacta no se sabe todavía, pero debido a la rareza de esta condición, hay muy pocos datos sobre la eficacia de los tratamientos individuales; sin embargo, varios medicamentos y terapias que se han utilizado con éxito variable, según explica el sitio del Centro de Información Genética y Enfermedades Raras.

La joven, oriunda de California, Estados Unidos, tenía solo 10 años cuando los médicos se dieron cuenta de que era alérgica al agua después de que le salieran erupciones mientras se duchaba.

Esta afección, además de lo síntomas cutáneos, puede provocar fiebre, migraña, alterando gravemente su vida diaria. La joven toma actualmente nueve pastillas al día con la esperanza de mantener estable su rara enfermedad.

“Es una enfermedad realmente difícil, ya que incluso soy alérgica a mis propias lágrimas, saliva y sudor. Soy muy propensa al agotamiento por calor y tengo que evitar la actividad física. Incluso tengo que ser transportada por mi campus en la universidad porque, de lo contrario, llego a clase con fiebre, migraña y erupciones, lo que hace que sea muy difícil concentrarme”, explicó Tessa a través de su Instagram.

“Sufro de mucha fatiga muscular y náuseas también; la enfermedad generalmente es causada por comer algo con mucha agua en alimentos como algunas frutas y verduras. Incluso beber agua puede causarme cortes en la lengua”, agregó.

En una entrevista con Mirror, Tessa expresó que “Tener urticaria acuagénica puede ser un juego mental a veces; es difícil tomar tantas pastillas todos los días sabiendo que en realidad nunca se detendrá. Con frecuencia me recuerdan que no hay cura para la urticaria acuagénica y que nunca estaré completamente mejor, lo que es algo difícil de escuchar a veces”.

En esa oportunidad, la veinteañera relató que su madre ha sido fundamental en este proceso, ya que ella es médica de familia, por lo que se ha dedicado a investigar y buscar posibles tratamientos para esta afección que padece su hija y que va empeorando con la edad.

Posibles tratamientos

El diagnóstico se basa en las características clínicas, y se deben descartar otros tipos de urticarias físicas, en especial el prurito acuagénico. Como la enfermedad es muy rara, hay muy pocos datos sobre la eficacia de los tratamientos individuales.

Algunos utilizados incluye Antihistamínicos H1, Propranolol, Tratamientos con luz ultravioleta (también llamada fototerapia), Estanozolol, un esteroide anabólico, que es una medicina relacionada químicamente a la principal hormona masculina, testosterona. Además, las cremas también pueden ser funcionales como barrera entre la piel y agua.