A los 56 años, y padeciendo un cáncer, falleció el presbítero Diego Ossa, quien se desempeñaba como sacerdote en Ñuñoa y que fue parte de los férreos defensores y círculo de hierro de Fernando Karadima.

Fue además uno de los destinatarios de uno de los correos electrónicos del cardenal Francisco Javier Errázuriz, donde se daba cuenta del traspaso de dinero a uno de los denunciantes de Ossa, Óscar Osbén.

De hecho, en enero del 2019 el Vaticano abrió un proceso administrativo penal por 3 denuncias en su contra por abuso sexual y abuso de poder.

Uno de sus denunciantes, precisamente Óscar Osbén, dijo que la noticia le generó sentimientos encontrados.

Agregó que insistirá en que se apure el proceso, que ya lleva un año sin resultados. Lo que le interesa, señaló, es que se haga justicia más allá del fallecimiento del sacerdote y que se establezca que lo denunciado es verdadero.

El proceso en contra de Ossa está ya en su etapa final, según informó Andrea Idalsoaga, delegada para la verdad y paz del Arzobispado de Santiago.

Se espera prontamente conocer los resultados de la investigación canónica en su contra.