La mañana del viernes empezó como de costumbre para Juan Manuel Pérez, de 88 años. Fue a atender su puesto de venta de café como todos los días en el centro de Talca y a las 11:00 horas decidió ir a cobrar su pensión.

Sin embargo, tuvo mala suerte: se tropezó en la Plaza de Armas con un fierro de 3 centímetros que fue usado en la fiesta del chancho muerto para sujetar uno de los toldos a la superficie y que los organizadores olvidaron retirar.

Tras el incidente fue auxiliado por los transeúntes y trasladado al Hospital Regional de Talca, donde se mantuvo en observación debido a que resultó herido con dos cortes profundos en el párpado derecho. Acto seguido le realizaron curaciones y estudios con escaner para descartar que las contusiones le hayan causado daños mayores.

Lo cierto es que las fiestas del Chancho Muerto fueron hace una semana y en la Plaza de Armas no sólo se pudo observar el fierro expuesto con el que tropezó el adulto mayor, sino muchos más que al parecer fueron olvidados por los encargados, quienes debían retirarlos al culminar el festival.

La molestia de su familia era evidente, pese a que el incidente no pasó a mayores. Según contó a Diario El Centro su nieto Matías Bravo, la situación pudo haber sido peor. “Yo quiero hacer una especie de reclamo porque eso no puede ocurrir. Quedan esos clavos todavía y para el verano hay muchos niños en la Plaza de Armas que van con chalas, incluso algunos niños juegan a pie pelado allí, también pasan adultos mayores, personas en sillas de ruedas a quienes se les pueden pinchar sus ruedas por culpa de esas cosas que están ahí”, reclamó.

“Esos clavos deberían haberlos cortado el día lunes o martes y tuvo que pasar el accidente de mi abuelo para que los empezaran a cortar hoy (viernes) y ni siquiera los cortaron todos, sino un par de clavos que estaban allí”, añadió.

El nieto del afectado fue enfático en que no era necesario que sucediera tal accidente para iniciar con los retiros. “Deben ser más cuidadosos con las cosas que hacen, pueden ocurrir accidentes peores”, afirmó.

En concreto, la instalación de toldos del festival es responsabilidad de una empresa contratada a través de la municipalidad. Por ello, el alcalde Juan Carlos Díaz se refirió a los plazos de retiro.

“Voy a llamar inmediatamente a la secretaria ejecutiva de la Corporación Cultural, que es a través de la cual nosotros desarrollamos esta actividad y exigir a la empresa que se haga responsable porque ellos tienen plazos para retirar estas carpas y mientras estén ahí tienen que velar por todas las condiciones de seguridad”, sostuvo la autoridad municipal al ser requerida por el periódico.

Aunque el alcalde no estaba enterado de lo sucedido al momento de ser consultado, lamentó el hecho y aseguró que se pondría en contacto con los encargados.

“Desconozco los aspectos técnicos, pero siempre debiesen ser no más allá de dos o tres días, debiesen estar dentro del plazo, era una fiesta muy grande. Yo no sé que habrá ocurrido, pero lo consultaré. Más allá que haya sido dentro de los plazos establecidos de acuerdo al contrato, tienen que estar las condiciones mínimas de seguridad para que no ocurra este tipo de problemas”, recalcó Díaz.