Ollas comunes, canastas familiares y donaciones de los propios vecinos han marcado el desarrollo de una crisis sanitaria y económica en la región de Valparaíso.

En ese sentido, ellos se organizan para llevar alimento a las familias más vulnerables de cada comuna, por lo que esperan que la iniciativa pueda mantenerse de forma permanente.

El ultimo boletín elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reveló que la región de Valparaíso se enfrenta a una preocupante tasa de desocupación que llega al 10,7%.

Cifra que desde el 2010 no presentaba un alza tan significativa. El estallido social y una emergencia sanitaria a cuestas que no han dejado indiferente a nadie, manteniendo hoy a un alto numero de personas sin trabajo.

Tras esta realidad han resurgido iniciativas populares, reflejo de esfuerzo, solidaridad pero también de dificultades económicas. Las ollas comunes se han incrementado en la zona durante esta pandemia con el objetivo de poder dar alimentos a las personas que más lo necesitan.

Así ocurre con “La Resistencia”, instancia que surgió en la parte alta de Valparaíso para entregar colaciones a personas vulnerables.

Rossana Huenufil, cocinera del recinto, señaló que todos los días realizan esta labor y que esperan poder mantenerse en el tiempo en ayuda de estos vecinos.

Solo en la ciudad puerto están funcionando 22 lugares con este mismo propósito.

Ante ello, el alcalde Jorge Sharp indicó que van a apoyar con productos para la continuidad de estas iniciativas y con un protocolo sanitario para mejorar el servicio.

Esto ocurre también en Quilpué, ya que desde este lunes y cada semana en la sede vecinal del sector de Pompeya Sur se van a preparar 200 platos de comida para las personas que lo necesiten.

Al igual que en Valparaíso, Sandra Pérez, a cargo de esta iniciativa y presidenta de la Feria Municipal del Belloto, pretende que esta ayuda se mantenga por los meses posteriores.

Iniciativas que se repiten en diferentes sectores de la región; como Reñaca Alto, Forestal, Placilla, Las Cruces y Cartagena, donde a diario se preparan decenas de alimentos como una forma de combatir la crisis a causa de la pandemia del Covid-19.