Con un peritaje al generador de la planta Caipulli, el Ministerio Público concluyó la primera fase de las diligencias, tras el vertimiento de más de mil litros de petróleo al sistema productivo del agua potable a cargo de Essal.

Las indagatorias buscan establecer existencia de dolo directo o eventual, respecto a la figura del operario, y establecer responsabilidad de la sanitaria en la afectación a la comunidad, al tener “una planta artesanal”.

Entre las diligencias se incluyen tomas de muestras de agua y combustible, incautación de documentos y la recreación de lo que ocurrió la noche del accidente en el sistema de carga de petróleo.

La fiscal jefe de Osorno, María Angélica de Miguel, indicó en conversación con Expreso Bío Bío, que el operario a cargo tenía varias responsabilidades durante la noche, además de preocuparse del generador.

En ese contexto, la fiscal destacó la ausencia de protocolos de seguridad, herramientas preventivas para desastres como el ocurrido, y falta de fiscalización, que han revelado las visitas a la planta.

De la primera fase de peritajes participaron mecánicos, fotógrafos y planimétricos del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones, así como efectivos de la Brigada de Delitos contra el Medio Ambiente (Bidema) de Valdivia y de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de Osorno.

Respecto a las indagatorias, la fiscal aseguró que todas se han realizado tratando entorpecer lo menos posible en los trabajos que se está haciendo para la restitución del agua potable en los domicilios de Osorno.

Además agregó que la toma de las demás declaraciones se materializarán de manera formal una vez que el suministro sea devuelto en su totalidad a Osorno.