La visita estaba enmarcada en la conmemoración de los 50 años desde el Golpe de Estado de 1973, que incluye diversas actividades que están a cargo del asesor de La Moneda, Patricio Fernández, y el ministro de las Culturas, Jaime de Aguirre.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, canceló su visita a la Isla Dawson en medio de la crisis sanitaria por el aumento de casos de virus respiratorio, y la intensa agenda legislativa.

Se trataba de un emblemático viaje al territorio insular, donde funcionó un centro de detención durante los primeros años de la dictadura de Augusto Pinochet.

De hecho, la visita estaba enmarcada en la conmemoración de los 50 años desde el Golpe de Estado de 1973, que incluye una serie de actividades encabezadas por el Ministerio de las Culturas que lidera Jaime de Aguirre.

De hecho, este último integraba la delegación junto a la ministra de Defensa, Maya Fernández; el subsecretario de esta cartera, Galo Eldestein; de DDHH, Xavier Altamirano; además del asesor de La Moneda, Patricio Fernández, y parlamentarios oficialistas, como Carmen Hertz (PC).

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Sin embargo, la ministra Tohá canceló su visita argumentando la crisis sanitaria y la “intensa” agenda legislativa en el Congreso que contempla la tramitación de proyectos en materia de seguridad.

No obstante, quienes sí estarán presentes, serán los hijos de la secretaria de Estado, Emilio y Matilde Salinas Tohá, además de otros familiares de detenidos en la remota isla de la región de Magallanes.

Recordemos que este centro de reclusión de la dictadura albergó a varios exministros del gobierno de Salvador Allende, como Clodomiro Almeyda, Fernando Flores, José Tohá, padre de la actual ministra del Interior, además de Jaime Tohá y Sergio Bitar.

El último escribió un libro sobre las vivencias de su detención, y lo llamó “Dawson, Isla 10″, texto que sirvió de base para la película del mismo nombre que realizó el cineasta Miguel Littín.

Según Memoria Viva, cerca de 400 presos políticos de la zona fueron llevados al lugar, en donde debieron realizar trabajos forzados, que consistían en instalar postes, construir canales, extender alambradas y postes telefónicos.

Así también, los prisioneros trabajan también en un pantano sacando fango y vegetales en descomposición. Otros trabajos consistían en cargar camiones con piedras grandes, limpiar caminos, abrir zanjas y canales, acarrear ripio en sacos al hombro y al trote.

Los trabajos forzados y las condiciones insalubres, afectaron gravemente a Tohá, quien fue devuelto a Santiago en febrero de 1974, debido a una grave desnutrición, falleciendo días después, señala el mismo portal.