Más allá de la concepción que tenga cada persona sobre lo que es una infidelidad, lo cierto es que esta acción siempre será considerada como una traición a la confianza y a los sentimientos nobles que siente una persona por otra con la que tiene una relación amorosa.

Cabe señalar que la infidelidad existe como tal cuando una pareja asume un compromiso formal y ha establecido ciertas normas de conducta como, por ejemplo, llevar un romance afectivo y sexual solo entre ellos.

Por lo mismo, cuando una infidelidad se hace presente, el daño para la persona engañada es profundo porque la experiencia cultural y de nuestros entorno, nos hace pensar en la idea de “todo o nada”, es decir, una persona es o no es infiel.

Eso al menos es lo que señala el psicólogo estadounidense Aaron T. Beck, quien comenta que el efecto más recurrente es que la persona ofendida se sienta devaluada, con el autoestima delicada y con pensamientos frecuentes que cuestionan sus virtudes y defectos.

Cuando se revela este hecho, suelen ocurrir dos cosas: se marca el quiebre definitivo de una relación, o se vive un duelo, se enfrenta y se supera en conjunto. Perdonar o no es un tema sumamente personal y que conjugará experiencias y sentimientos que pasan por el replanteamiento de los significados personales y una nueva forma de enfrentar la realidad, explica Beck.

No obstante, si decidiste perdonar y seguir con tu relación, debes tener claro que a veces las promesas de un “nunca más” pueden ser igual de débiles que los impulsos, y es recomendable que tengas claro que esa persona que ya te hizo sufrir una vez, puede volver a cometer un error.

Tampoco se trata de que vivas en función de eso o con el temor constante de que serás engañada o engañado, sin embargo, para el especialista en relaciones, infidelidad y adicciones, Robert Weiss, es importante tener claro qué podemos esperar cuando decidimos perdonar y dar vuelta la página.

Weiss señala en una columna publicada en el portal de psicología Psychology Today que al ser una experiencia sumamente abrumadora y que te hace sentir como si nunca más pudieras volver a confiar en esa persona, al decidir perdonar no sólo basta con su compromiso verbal sino que tendrá que trabajar muy duro para reconstruir la confianza rota. Y eso es en todo el sentido de la palabra, no sólo en el aspecto amoroso.

Aun así no debes creer a ciegas y el experto recomienda tener presente ciertas situaciones que nos darán lucidez a la hora de enfrentar a tu pareja en el proceso de recuperación de la confianza.

1.- Puede seguir siendo infiel

Esto es lo primero y, por lo mismo, un tanto obvio. Como dice el dicho, muchas veces “el que nace chicharra, muere cantando”. Muchas personas que son infieles pueden asegurar, cuando los pillan, que esa será su última vez, sin embargo, a veces simplemente no pueden detenerse y caen en brazos ajenos una y otra vez.

De todas formas, también debes tener claro que no todos son así, hay quienes muestran un verdadero arrepentimiento y modifican su comportamiento de una vez y para siempre.

2.- Continúa mintiendo y guardando secretos

A veces luego de una infidelidad, Weiss comenta que se da una tendencia natural a seguir mintiendo incluso con temas sin importancia. Los infieles, de por sí, son personas buenas para mentir, guardar secretos y admitir verdades a medias.

Claramente para su pareja que sufrió con su infidelidad, este comportamiento puede seguir siendo igual de dañino para la relación.

3.- Culpa a cualquier persona menos a él/ella

Este también es un clásico de las personas infieles, quienes recurren a esta técnica para justificar su comportamiento, declarándose incluso como víctimas de la situación.

Cuando se recurre a esta ‘salida’, el daño es mucho peor para la persona que descubrió la infidelidad, pues en ese momento la confianza está tan rota que lo único que se quiere es que la persona sea capaz de asumir su responsabilidad y no culpar a otros, o incluso a ti mismo, por sus acciones.

4.-Disculparse y esperar o exigir el perdón inmediato

Tras cometer un error y ofrecer disculpas, se debe tener claro que la otra persona es dueña de sus tiempos y reflexiones que pueda tomarse antes de seguir adelante. Es por eso que lo mejor es ofrecer disculpas y esperar pacientemente.

No obstante, hay quienes prácticamente exigen un perdón inmediato, el fin de la discusión y, además, que todo vuelva a ser como era antes del conflicto. Al no recibirlo, se frustran e incluso reaccionan enojados.

Ellos no entienden que han destruido su confianza y su relación con sus engaños y mentiras y que no los van a perdonar hasta que se ganen el perdón, probando que pueden ser nuevamente confiables”, agrega el terapeuta.

5.- Tratan de comprar el perdón

De repente, de un momento a otro se vuelve la persona más atenta del mundo, te invita a comer, te hace regalos que sabe que deseas o incluso te lleva de vacaciones, todo apenas unos días después del escándalo.

Estés en el lugar que estés, ten claro que los regalos, por más caros que sean, jamás van a aminorar el dolor de una infidelidad.

6.- Recurren a las agresiones y/o amenazas para controlarte

A veces la persona infiel al verse entre la ‘espada y la pared’, recurre a las amenazas para que su pareja baje la guardia. De este modo, aseguran que es mejor separarse, ponen en duda el apoyo económico y tratan de centrar la discusión en otro punto y no en lo que realmente importa: la infidelidad y sus razones.

No parecen entender que cuando hacen esto, suman una nueva grieta emocional a la relación”, advierte Weiss.

7.- Te intenta calmar en todo momento

Es normal que en una discusión acalorada uno de los dos tienda a perder el control y el otro intente calmarlo, sin embargo, cuando esta necesidad de control pasa por bajarle el perfil a tu enojo y, por ende, a la situación en sí, es preocupante.

Frases como “no es gran cosa, relájate” o “son ideas tuyas, estás exagerando”, pueden ser tremendamente dañinas dado que no sólo no solucionan la pérdida de confianza sino que también está dando a entender que no le importa cómo te sientes respecto a sus engaños.