Estados Unidos llevó a cabo durante la jornada de este miércoles diferentes bombardeos sobre la provincia de Deiz Ezzor, en el este de Siria, para proteger a su personal de los ataques de grupos respaldados por Irán y su Guardia Revolucionaria, según se indicó desde EEUU.
Los ataques aéreos lanzados este miércoles por Estados Unidos (EEUU) contra la provincia de Deir al Zur, en el este de Siria, causaron la muerte de seis milicianos proiraníes.
Así lo informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR), pese a que Washington ha negado que se produjesen bajas.
Según la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, la acción estadounidense acabó con la vida de seis combatientes. Además, destruyó una serie de almacenes utilizados por los grupos armados cercanos a Teherán.
Los bombardeos de esta madrugada también alcanzaron un campamento gestionado por la Brigada Fatemiyún, integrada principalmente por combatientes chiíes de origen afgano y reclutados en territorio iraní.
Por su parte, la red de activistas DeirAlZour24 elevó el número de muertos a diez.
Se aseguró además que se trata de “miembros” de la Guardia Revolucionaria de Irán, algunos de ellos extranjeros, sin precisar sus nacionalidades.
Bombardeo de EEUU a ciudad cercana a Siria
Sin embargo, el Comando Central de las Fuerzas Armadas estadounidenses (CENTCOM) aseguró que no se produjeron bajas durante estos bombardeos “de precisión”.
Agregaron que estaban dirigidos a “defender y proteger” a las fuerzas que mantiene desplegadas en Siria de los ataques de las milicias “respaldadas por Irán”.
En base a información recabada durante casi 400 horas de vigilancia, Washington decidió atacar once búnkeres utilizados para el almacenamiento de munición y en el último momento descartó otros dos al detectar presencia humana en sus inmediaciones, según precisó a la cadena CNN el coronel estadounidense Joe Buccino.
Teherán ha negado que los objetivos del ataque estuviesen vinculados al país.
El río Éufrates divide a grandes rasgos la provincia de Deir al Zur en dos partes: una controlada por las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, apoyadas por Irán, y otra en manos de las fuerzas kurdosirias, aliadas de Washington en su lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
En la última semana, se han producido un par de ataques frustrados contra objetivos estadounidenses en Siria que no han sido atribuidos a ningún grupo.
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