Ucrania informó el descubrimiento de "otra cámara de tortura" que supuestamente fue usada por los rusos durante los nueve meses de su ocupación de Jersón.

La Inteligencia ucraniana descubrió en Jersón, ciudad recientemente liberada, una nueva cámara de tortura rusa.

Según se indicó, allí las tropas de Moscú habrían interrogado y extorsionado a los ucranianos locales que se negaron a colaborar con Rusia durante su ocupación.

“Los racistas (en alusión a Rusia) mantuvieron allí en condiciones inhumanas a los patriotas locales que se negaron a cooperar con el enemigo”, se recoge del informe.

El anterior, presentado por los servicios secretos ucranianos, que alertan de que en la sala se han encontrado objetos que “indican directamente signos de tortura”.

Según las autoridades ucranianas, los equipos de investigación están trabajando sobre el terreno para documentar todos los crímenes cometidos.

Todos estos, en contra de la población local, además de identificar a los culpables para finalmente llevarlos ante la justicia, según recoge la agencia de noticias UNIAN.

Ucrania, a medida que ha ido recuperando terreno ocupado, ha denunciado la aparición de diferentes elementos extraños, como esta cámara de tortura rusa.

Lo anterior, así como fosas comunes con decenas de civiles amontonados, principalmente en Bucha, Mariúpol e Izium.

Uno de estos últimos descubrimientos ocurrió tras un análisis con imágenes de satélite, las que revelaron la existencia de más de 1.500 nuevas tumbas en un campo cerca de Mariúpol, en el sur de Ucrania.

Se trató de un masivo cementerio, que, según los funcionarios locales y otros testigos consultados, contiene miles de cuerpos.

Esta terrible escena se encontró en un gran terreno al noroeste de la ciudad. Esto se explica debido a que es considerada un punto estratégico, por lo que es una de las ciudades más afectadas por los bombardeos rusos.