Los embajadores de Suecia y Finlandia ante la OTAN entregaron este miércoles su solicitud de ingreso en la alianza en la sede de la organización transatlántica, en Bruselas.

RFI entrevistó a Miguel Ángel Benedicto, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Complutense de Madrid, sobre el paso histórico que dieron Finlandia y Suecia para adherir a la OTAN.

‘Los finlandeses y los suecos tienen miedo, lo cual es normal ante un dictador como es Putin hoy’, dice Benedicto.

Para Moscú, las candidaturas de Suecia y Finlandia para integrar la OTAN en respuesta a la ofensiva rusa contra Ucrania son un “grave error cuyas consecuencias tendrán un largo alcance”. Moscú ya cortó la distribución de electricidad a Finlandia. ¿Qué otras reacciones se pueden esperar por parte de Rusia? ¿Teme usted, por ejemplo, algún tipo de acción militar de los rusos?

Yo no creo que Moscú vaya más allá de algún tipo de ataque hibrido, por ejemplo, ataques cibernéticos. O incluso acercamiento de armamento nuclear en la frontera (de Rusia con Finlandia).

Al parecer Putin está muy disgustado con la decisión de Finlandia y Suecia. ¿Por qué cree usted que Moscú no irá más lejos?

En primer lugar, porque Rusia está inmerso en otro escenario bélico en Ucrania. Segundo, por el denominado “paraguas OTAN”.

Es decir, en el momento en que todos los países de la OTAN ratifiquen la entrada de Finlandia y Suecia, la Alianza va a proteger a esos dos países.

Un ataque ruso podría desencadenar una tercera guerra mundial. Yo no creo que eso sea posible.

Y mientras tanto, en el lapso entre la solicitud formal y la adhesión real, ¿qué puede pasar?

El proceso puede tomar entre tres y cuatro meses hasta un año. Pero en ese lapso yo creo que la OTAN va a suministrarle a esos países un paraguas defensivo.

También Estados Unidos y Reino Unido han dicho que los protegerían en caso de un ataque ruso.

Yo no creo sinceramente que Putin vaya más allá de esos ataques cibernéticos, en el terreno de la desinformación, los cortes de electricidad.

Finlandia y Suecia son dos pequeños países europeos, 5 millones y medio de habitantes el primero, un poco más de 10 millones el segundo. ¿Por qué causa tanto revuelo que los gobiernos de esos países se lancen de manera oficial en el proceso para adherir a la OTAN?

Es una reacción normal porque esos dos países siempre han mantenido, en principio, una neutralidad. Desde la segunda guerra mundial han preconizado un no alineamiento. Por eso esto es un cambio muy importante.

El hecho de que estos dos países que siempre han mantenido esa neutralidad y no alineamiento soliciten entrar a la Alianza Atlántica es un cambio de paradigma.

La OTAN se amplía. Dos países libres deciden entrar en esa alianza defensiva. Finlandia lo hace porque tiene una frontera muy extensa con Rusia de 1.300 kilómetros. Ese país, además, no es la primera vez que se ha visto amenazado.

Durante la segunda guerra mundial (en 1939), Finlandia sufrió ataques de parte de la Unión Soviética.

En la guerra entre la Unión Soviética y Finlandia, los rusos le quitaron a Finlandia un 10% de su territorio. Desde entonces, Finlandia estuvo un poco a los pies de la Unión Soviética hasta que ésta se disolvió en los años 90.

Finlandia tuvo una política exterior absolutamente dependiente de los soviéticos. Hoy, tras la caída de la Unión Soviética y su entrada en la Unión Europea, Finlandia abraza la libertad.

Ahora mismo Finlandia es un país libre que decide voluntariamente, tras esa agresión ilegal e injusta de Putin a Ucrania, entrar en la Alianza Atlántica para evitar un problema como el que estamos viendo en Ucrania.

Los finlandeses y los suecos tienen miedo, lo cual es normal ante un dictador como es Putin en estos momentos.

Finlandia y Suecia ya forman parte de la OTAN

Rusia invadió a Ucrania con el argumento de que se sentía amenazado por la OTAN, por una eventual entrada de Kiev a la Alianza. Al cabo de casi tres meses de guerra, dos países más, Finlandia y Suecia, han formalizado su solicitud de adherir a la OTAN. ¿Le ha salido el tiro por la culata a Putin en el sentido de que la OTAN se amplía en sus fronteras?

Sí, absolutamente. Si lo que quería evitar Putin era la entrada de Ucrania, lo que ha conseguido es algo histórico: que Finlandia y Suecia, que siempre se habían mantenido al margen, pidan su entrada en la OTAN.

La OTAN podría pasar de 30 a 32 miembros. No hay que descartar, además, que en un momento dado la OTAN puede tener más aún más miembros.

Moscú ha defendido su invasión a Ucrania argumentando que se sentía amenazado por la OTAN. ¿Qué piensa de esto?

La OTAN es una alianza defensiva, no ha atacado en ningún momento a Rusia. La ampliación de la OTAN no es para mí una excusa válida para que Rusia haya utilizado la violencia. Moscú no tiene una excusa válida para haber atacado a Ucrania.

Ese tipo de argumentos que utiliza Moscú lo que hace es asustar a los países vecinos. Por eso lo que Rusia va a conseguir es una mayor ampliación de la OTAN, un reforzamiento de la OTAN en Europa.

La Alianza irá cada vez a más. Ya se ha anunciado un incremento del PIB de la mayor parte de los países de la Unión Europea en términos de seguridad y defensa. En pocas palabras, está pasando justamente lo contrario de lo que pretendía Putin.

¿Y la actitud de Turquía? Ese país es el único miembro de la OTAN que ha expresado objeciones a la adhesión de Finlandia y Suecia a la Alianza. ¿Piensa usted que las objeciones de Ankara se van a solucionar durante las negociaciones?

Yo creo que esto es algo que se va a negociar rápidamente con Ankara. Es cierto que el presidente Erdogan ha lanzado una amenaza velada.

Veremos qué es lo que pide a cambio, pero me imagino que habrá una negociación con el resto de socios y se llegará a la entrada de estos dos países en la OTAN. Turquía es un miembro de la OTAN díscolo que está causando problemas desde hace tiempo.

Desde mi punto de vista ese país no es una democracia y quizá no debería estar en la OTAN en estos momentos, aunque ya lleva muchísimos años dentro de la Alianza Atlántica, pero yo creo que se terminarán calmando los ánimos y esos dos países, Finlandia y Suecia, terminarán entrando a la OTAN.