Más de trescientos presuntos miembros de la ‘Ndrangheta, la mafia de la región italiana de Calabria (al sur), la más potente de la actualidad, serán juzgados desde el miércoles en un proceso considerado histórico por su envergadura y trascendencia.

En total serán 355 los mafiosos, políticos y empresarios que se sentarán en el banquillo del Tribunal de Vibo Valentia, acusados de pertenecer a esta organización criminal o de colaborar con ella.

Mientras, otros 88 sujetos han optado por el proceso abreviado y serán juzgados paralelamente a partir del 27 de enero.

Todas estas personas fueron arrestadas o imputadas en el marco de la operación “Rinascita-Scott”, dirigida y culminada en 2019 por el fiscal de Catanzaro, Nicola Gratteri, contra los clanes calabreses en Italia, Alemania, Bulgaria y Suiza.

Deberán responder a cargos como pertenencia a asociación mafiosa, homicidio, homicidio en grado de tentativa, extorsión, tenencia ilícita de armas y explosivos, tráfico de influencias, corrupción, abuso de poder y tráfico de estupefacientes.

Se trata de un proceso antimafia de gran importancia sólo superado en número de imputados por el de Palermo de 1986, cuando se juzgó a la Cosa Nostra siciliana, perseguida por jueces como Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, asesinados ambos en 1992.

Para esta ocasión se ha tenido que construir un aula-búnker en un área industrial de Lamezia Terme que permitirá celebrar el juicio en seguridad y acoger a las cientos de personas que asistirán al mismo.

Y es que además de los 355 imputados, con sus respectivos abogados, pasarán por el lugar un total de 913 testigos que rompieron la “omertà”, la ley del silencio, para denunciar los supuestos abusos y delitos de los que estaban siendo víctimas.

En el centro de las pesquisas se encuentra la “‘Ndrina”, o clan Mancuso, considerada por los investigadores una de las familias más potentes e influyentes de la ‘Ndrangheta calabresa.

Su patriarca, Luigi Mancuso, una de las mayores autoridades de esta mafia, será nuevamente juzgado por controlar los negocios del clan tras su puesta en libertad en 2012, ya que pasó veinte años de su vida entre rejas por su actividad criminal.

Las autoridades llegaron a pensar en hacer el juicio en otras regiones, pero finalmente se han decantado por que tenga lugar en el lugar desde el que opera la ‘Ndrangheta, Calabria, en la punta de la Bota italiana.

El ministro de Justicia, Alfonso Bonafede, ha defendido la elección de permanecer en Calabria como una muestra de la presencia del Estado en esta remota región, la más pobre y abandonada.

En la actualidad la ‘Ndrangheta es la mafia más poderosa de Italia y una de las más prósperas del planeta, pues factura unos 50.000 millones de euros al año, según ha explicado recientemente el fiscal Gratteri en un encuentro con la prensa extranjera en Italia.

Con las impenetrables montañas de Calabria y la localidad de San Luca como bastión, durante mucho tiempo fue infravalorada como una organización criminal menor que se limitaba a ese territorio.

Sin embargo, con el tiempo creció y extendió sus tentáculos en todo el mundo gracias al negocio de los juegos de azar, de las licitaciones públicas y sobre todo de la droga llegada en gran parte desde América Latina al puerto calabrés de Gioia Tauro.

Ahora las autoridades pretenden juzgar y condenar a los mafiosos, pero también a los soldados, políticos y empresarios que colaboraron en la expansión de esta organización criminal.

Entre los acusados están Giancarlo Pittelli, abogado y exparlamentario por el partido de Silvio Berlusconi, Forza Italia; el empresario Mario Lo Riggio o el exalcalde de Nicotera, Salvatore Rizzo.

El fiscal Gratteri, con escolta desde hace décadas por sus investigaciones, ha defendido en varias ocasiones la relevancia de este juicio y ha asegurado que nunca se planteó dejar su trabajo y sus pesquisas.