El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó este lunes a Estados Unidos de tratar de organizar un “golpe de Estado” en Venezuela, pero no aludió a la llegada de militares rusos a Caracas.

En una entrevista con su homólogo estadounidense, Mike Pompeo, Lavrov “remarcó que los intentos de Washington de organizar un golpe de Estado en Venezuela y las amenazas dirigidas a su gobierno constituyen violaciones de la Carta de la ONU y una injerencia no disimulada en los asuntos internos de un Estado soberano”, señaló el ministerio en un comunicado.

Poco antes, Pompeo había acusado a Rusia de agravar las tensiones en Venezuela con su presencia militar para apoyar al “régimen de Nicolás Maduro” y advirtió que Washington no permanecerá “de brazos cruzados”.

Dos aviones de las Fuerzas Armadas de Rusia aterrizaron el sábado en el aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas, transportando personal militar y equipos.

Lo anterior fue confirmado el domingo por la agencia estatal rusa Sputnik. No obstante, Lavrov no hizo ningún comentario a este respecto.

Más de 50 países, Estados Unidos incluido, impulsan la salida del poder de Maduro, cuya reelección consideran resultado de elecciones fraudulentas.

Además, reconocen como presidente interino a Juan Guaidó, también jefe del Parlamento, con miras a encabezar un gobierno de transición y organizar nuevas elecciones.

Rusia, que es junto con China uno de los principales acreedores de la multimillonaria deuda externa de la otrora potencia petrolera, se ha opuesto sistemáticamente a la campaña de Washington para sancionar a Maduro.