Acusar a Rusia de mentiras después de la entrevista a los dos hombres que Londres considera sospechosos de ser agentes rusos y de haber envenenado al exespía Serguéi Skripal y a su hija en Inglaterra es “absurdo”, declaró el viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

“Acusar a Rusia de mentiras tras las declaraciones de dos ciudadanos rusos es absurdo. Son simples ciudadanos. No tienen ningún vínculo con el gobierno ruso”, declaró a los periodistas.

Londres había anunciado anteriormente “mentiras” y “un insulto a la inteligencia” del público, tras la entrevista a los dos hombres difundida por la televisión rusa RT.

Peskov precisó que es “poco probable” que el presidente Vladimir Putin haya visto la entrevista de Ruslan Boshirov y Alexander Petrov, a los que Londres acusa de ser agentes de la inteligencia militar rusa (GRU), aunque estos aseguraron ser simples turistas presentes por casualidad en Salisbury (suroeste) el día del envenenamiento.

El portavoz, preguntado por si Rusia aceptaría que Ruslan Boshirov y Alexander Petrov viajen al Reino Unido para ser interrogados, dijo “no poder responder pues no sabemos” si los británicos desean escuchar sus declaraciones.

“No violaron ninguna ley sobre el territorio ruso y oficialmente no sabemos si violaron una ley en alguna parte en el mundo”, añadió.

Reino Unido acusa a Moscú de estar detrás de este ataque, que provocó una grave crisis diplomática entre el Kremlin, que niega cualquier implicación, y los occidentales.

Los Skripal sobrevivieron al envenenamiento, al igual que un policía contaminado cuando acudió en su ayuda.

En junio, una pareja de británicos resultó envenenada por la misma sustancia neurotóxica, el agente Novichok. Dawn Sturgess, de 44 años y madre de tres hijos, fue hospitalizada en un estado crítico y falleció el 8 de julio. Su pareja, Charlie Rowley, sobrevivió tras estar hospitalizado casi un mes.