Nadie sabe a ciencia cierta que pasó por la cabeza de Verónica Youngblood para tomar semejante decisión.
Lo único que se sabe, es que la mujer tomó un arma de fuego el pasado domingo por la noche y disparó contra sus hijas, según los reportes de la cadena NBC en Washigton. Una niña de 5 años recibió un impacto en la cabeza, muriendo al instante, la otra, de quien se desconoce la edad, se debate entre la vida y la muerte.
Youngblood, de 33 años, se entregó a la policía de Virginia, luego de reportada la emergencia en su domicilio, ubicado en la cuadra 1500 de Lincoln Circle. Eran las 10:15 de la noche cuando tomó la fatal e inexplicable decisión.
Vecinos de la mujer la describieron con un semblante tranquilo a la hora de entregarse a las autoridades, tras cometido el filicidio.
Un divorcio y una mudanza a cuestas
Por el momento, es poco lo que sabe la policía en conexión con una hipótesis que ayude a entender el proceder contra sus hijas. La mujer debía mudarse a Missouri, en medio de un proceso de divorcio que enfrentaba desde hace semanas con el padre de la asesinada niña. Ambos debían compartir la custodia.
Documentos revelados a la prensa estadounidense lo confirman. Sin embargo, Verónica no daba muestras de alguna perturbación que sugiriera un acto como el que cometió.
Al menos sus publicaciones en redes sociales no lo mostraban de esa forma. Sin embargo, en 2016, su esposo, un integrante de la marina de EEUU, presentó una orden de protección para su hija quien dos años después ha muerto a manos de su propia madre.
La otra niña se encuentra hospitalizada, en riesgo vital, debido a las heridas causadas por los proyectiles que interrumpieron la calma en su hogar y arrebataron la vida a su pequeña hermana.
La mujer debe comparecer el próximo 18 de agosto ante una corte de Virginia, ante el horrendo crimen.
